Mi hermano tiene un año menos que yo, así que hubo una vez en la que yo estaba informado de la autoría de los Reyes Magos y mi hermano seguía en la fantasía. No recuerdo muy bien lo que sucedió, y mucho menos qué debía pensar yo ante aquella diferencia. No le conté la verdad, y en vez de eso me inventé un cuento medio gótico, con tres jinetes sombríos entre las nubes. Se conoce que yo, por aquellos años, ya leía cuentos macabros. Sin saberlo, hice una operación de sincretismo. A día de hoy el sincretismo es la norma y nadie lo nombra, pero todo el mundo lo practica. En mi infancia, había dos tipos de familias: las de los Reyes Magos y las del Papá Noel, que eran antagónicas como los indepes y los botiflers, los del Barça y los del Español, los de papá y los de mamá. Siempre obligados escoger entre opuestos (verdaderos o falsos), los pequeños aprenden la obligación de tomar partido entre opciones: a favor de McDonald's o en contra, vegano o carnívoro, racionalista o romántico, Bach ...
Este es el diario de un catalán no nacionalista, lo que podríamos llamar, siguiendo a Habermas, un patriota constitucional, partidario de la igualdad en la diferencia.