Tengo una debilidad: cuando veo a un político de una ideología muy diferente a la mía, suelo preguntarme "¿Me tomaría un café (o unas cañas) con él?". La respuesta a esa pregunta me resulta esclarecedora, me indica si creo posible tener puntos de contacto, elementos para el diálogo. Aunque quizás no haya coincidencias en lo político, sí me parece relevante poder entenderse en lo humano, en lo personal. Así pues, les reconozco que me veo tomando unas cañas con Rajoy: me parece un tipo con sentido del humor, que ya es mucho, que es un rasgo del que carecen muchos. No me puedo imaginar con Feijóo (ese rara inexpresividad cerúlea) ni con Gamarra (ese mohín torcido de la boca), ni con Ayuso, demasiado hierática y cínica. Pero sin embargo debe ser fácil con Juan María Moreno, a pesar de ese porte de señorito andaluz. También me pareció asequible Teodoro García, quizás para comentar lo del lanzamiento de huesos de aceituna. Lo dicho: el sentido del humor es clave, y generalmente se ...
Este es el diario de un catalán no nacionalista, lo que podríamos llamar, siguiendo a Habermas, un patriota constitucional, partidario de la igualdad en la diferencia.