Ir al contenido principal

LA LÍNEA DEL FRENTE

Vienen tiempos interesantes, esos tiempos que nadie desea vivir. Todo el mundo prefiere vivir tiempos aburridos, en los que no pasa nada y vamos tirando con lo de siempre, nuestras pequeñas vidas. La dulce sensación del tiempo detenido en una estación imprecisa, entre la primavera y el verano, quizás principios de otoño. Sin noticias demasiado dramáticas, solo las ocupaciones habituales y, como mucho, nuestras historias cotidianas del trabajo, el final de mes, amores y desamores, la lavadora que se estropea en el momento más inoportuno.

Ayer me encontré un aguacate podrido y lo tuve que tirar. Quisiera que ese hubiera sido mi peor momento del día.

Sin embargo flota en el aire la sensación de acercarnos a la línea del frente, a la mala leche, a una guerra sin nombre y sin mapas. Un raro vaivén desagradable en las palabras y en los gestos, una hostilidad antigua que pugna por salir a la luz, para devorar la luz. Amenazas por occidente, por oriente. Se tambalean las cosas con un murmullo de odio viejo mal sepultado. Nada de lo que dabas por cierto está asegurado.

El pueblo no salva al pueblo. Al pueblo le salvan los derechos y la igualdad y los servicios públicos. Y las calles no son de nadie. Así que esos gritos... ¿de dónde salen? ¿Quién inyecta mala uva en las calles, quién le pone vinagre a la vida en esas ciudades de provincias como la mía, en las que nunca pasa nada muy grave? A veces pienso que me acercado demasiado a un cable eléctrico y que, sin querer, lo he tocado. Me acerco demasiado a la edad en la que todo se vuelve incierto pero no soy yo ni es la edad, aunque eso no ayuda mucho: el algo más que nos afecta a todos. Veo conductas demasiado egoístas y crispaciones sin sentido y nubes demasiado oscuras y entonces me tumbo en el sofá, me cubro con la manta y busco una serie distópica o de detectives que investigan crímenes ficticios. Cuanto más ficticios, mejor. Quizás se debe a eso el éxito de las series. 

Lo de los alquileres no es una crisis, es una guerra. Y nos acercamos a la línea del frente y deberemos tomar posiciones. En las inundaciones de ayer, en Andalucía, se arrasó un poblado de chabolas y lo cuentan como una cosa más, un suceso entre tantos. No lo es. Es un hecho bélico, como el hacinamiento y toda esa gente que vuelve a pensar en compartir piso cuando ya nadie pensaba en juntarse para combatir mejor, para resistir mejor, para cocinar en la olla con lo que cada uno aporta. La clase media se desvanece entre sueños de viajar a Marte. Elon Musk venderá miles de coches eléctricos y sin conductor para no saber adonde vamos.

Quizás eso sea el principio de algo bueno, intento decirme. De un cambio. Tengo que cambiar de vida.

Comentarios

  1. No me gusta la frase, el pueblo salva al pueblo, es volver atrás. Ya no sirve lo que hemos estudiado, los especialistas, los técnicos, los profesionales, en fin el sistema. Esperemos que pase el chaparrón.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Coincido con ambos. El pueblo NO salva al pueblo, en todo caso el pueblo ayuda al pueblo, pero salvarlo ha de hacerlo el Estado, sino nos ponemos a la altura de Haiti.

    Me gustaría darte ánimos, pero no puedo, veo lo mismo que ves tu, pero con más años. Así que no me queda más remedio de ponerte el viejo proverbio francés: Cuanto más viejo te hagas, peor te irán las cosas.

    Un abrazo y no se te ocurra desaparecer, que hacienda sabrá donde encontrarte.
    Salut

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

10 AÑOS DE "CRÓNICA GLOBAL"

Este pasado mes de octubre se cumplieron 8 años del dislate: el referéndum, las manifestaciones, los contenedores quemados, la batallita de Urquinaona, las amenazas, ho tornarem a fer, los insultos. Ocho años del instante que más puso en riesgo eso tan delicado que es la convivencia en una sociedad compleja, quizás acomplejada, diversa y líquida. Alguien decidió que podía arriesgarlo todo por un sueño medieval y trasnochado, para un viaje alocado e insano y para el cual, por cierto, no habían previsto las alforjas ni reparado en gastos, ni calculado consecuencias. El acto de violencia de un niño malcriado y consentido. La culminación del proyecto en el referéndum del 1 de octubre de 2017 es un acto pueril y grotesco promovido por unos políticos irresponsables y embravecidos que jugaron con las emociones más bajas de la ciudadanía, ese cuerpo social al que ellos llamaron "pueblo catalán" en una clara alusión a una etapa predemocrática y para despertarles el ardor medieval, el ...

L'HOSPITALET DE LLOBREGAT SEGONS GARCÍA LÓPEZ O SEGONS ARDÈVOL MALLOL

Ens imaginarem dues reporteres a les quals se'ls encomana fer un treball periodístic sobre les llengües que es parlen en un territori concret. Posem per cas l'Hospitalet de Llobregat. Una de les dues reporteres es diu Pilar García López; l'altra, Laia Ardèvol i Mallol. La Pilar fa un retrat assèptic i objectiu del cas, se n'adona que la major part de la població parla en llengua castellana i afegeix que les persones immigrades s'apunten a la llengua castellana un cop han arribat al territori. Acompanya el reportatge amb dades sobre pobresa, renda per càpita, i etc: la conclusió no hi és, però el lector descobreix que la llengua té una relació directa amb el nivell econòmic. Dit d'una altra manera: la llengua castellana és la llengua de la classe baixa. La Laia Ardèvol no vol dir que la llengua castellana és la que parla la classe baixa, perquè la seva tesi (prèvia) és que la llengua castellana l'imposa un classe poderosa i dominant. La Laia Ardèvol també s...

FUERA SUDACAS

La Asociación de Escritores en Lengua Catalana (AELC) no quiere escritores sudacas en Cataluña. La AELC ha protestado vivamente ante la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, que promueve una beca de 80.000 euritos para la residencia anual de escritores de Hispanoamérica en Barcelona. Se sienten ofendidos aunque, según los datos que ellos mismos facilitan en su portal de transparencia, la AELC ha percibido subvenciones por un importe de 450.000 eurazos, que no está nada mal. La Asociación ha redactado una queja (por algo son escritores y de pluma fácil) en la que exponen su ofensa por la discriminación de la lengua catalana y, además, por las lenguas mesoamericanas que no son el español. El escrito tiene el habitual tono victimista y pasivo agresivo tan común en el nacionalismo. Ya se sabe que los nacionalistas de aquí son muy solidarios con las lengua minoritarias del mundo aunque a ellos les gustaría que la castellana fuese minoritaria en Cataluña para poderla  desterrar defin...