Se cuenta, en el Nuevo Testamento, que hace algo más de dos mil años un cometa guió a unos magos hacia el lugar en donde había nacido un crío. De los cuatro autores, solo Mateo lo refiere. Los magos le buscaban para adorarle, ya que el recién nacido respondía a una profecía o algo así. El relato de los Magos es otro de los muchos relatos oscuros de la Biblia y parece conectar con alguna religión ancestral. ¿Quiénes eran esos tipos raros que eran magos y luego reyes? ¿Eran tres? Lo de los Magos tiene toda la pinta de ser un relato mucho más antiguo, rescatado e insertado en la Biblia con criterios más esotéricos y estéticos que piadosos. Desde el punto de vista narrativo, un enigma: esos personajes llegan y luego se van, y jamás se sabe nada de ellos ni ningún otro cometa interviene en la vida del que fue anunciado por un cometa. Todo muy raro.
En estas navidades de 2025, otro cometa se ha acercado a la Tierra, el famoso 3I/Atlas que tanto nos ha entretenido con sus locos teóricos del encuentro extraterreste. Ahora que el cometa 3I/Atlas se larga uno empieza a sospechar que quizás sí sea un artefacto tecnológico lanzado al espacio por una civilación muy lejana. El desprecio que nos ha ofrecido al pasar de largo es la prueba definitiva de su inteligencia: si el aparato va en busca de civilizaciones inteligentes ha hecho bien en salir pitando. No hay trazas de inteligencia sobre la Tierra. Aunque sí de crueldad y de estupidez. Nadie quiere entrar en contacto con una panda de tontos crueles.
Así andaba yo, pensando sobre ese tipo de cosas, entre cabreado y triste, con un buen catarro y alguna articulación dolorida cuando, deambulando por las calles, pasé ante la pequeña puerta metálica en una calle estrecha. Es una persiana gris de esas de las que las hay a miles, con la anchura apropiada para ser la entrada a un pequeño párking. Pero no es un párking. La puerta estaba a la mitad de su recorrido y permitía ver parte del interior. Tras la persiana metálica hay medio metro de baldosas y luego una puertecita de madera humilde y vieja. Y esta puertecita tambien estaba entornada.
Del interior del cuchitril salía una luz amarillenta. Y la vocecita de una niña pequeña hablando en una lengua que desconozco. Una niña de dos o tres años, por ejemplo. Calculé a ojo las medidas del extraño habitáculo: se trata de un romboide cuya cara más ancha debe medir tres metros y, a juzgar por lo que se ve, no puede tener más que otros tres de profundidad. Si uno agacha un poco la cabeza puede descubrir un colchón y un montón de ropa. En este cubículo insalubre vive una familia: la madre, el padre y una niña. Eso está sucediendo ahora, en la Europa de 2025. No debe ser lo peor que sucede, lo que pasa es que lo he visto con mis ojos.
Seguí caminando calle abajo, asombrado y preocupado, intentando comprender, haciéndome hipótesis que iban de los más macabro a lo más triste y vulgar. Los dramas pequeños e invisibles en las ciudades de los alquileres embravecidos por la codicia, las familias pobres y extranjeras que se ven aobligadas a aceptar lo que sea, la maldad infinita de ese sistema económico que según dicen se "autorregula", la sagacidad del mercado, la voracidad insaciable del hombre lobo. El lobo hecho hombre.
Durante unos minutos, quizás media hora, dudé entre llamar a la policía municipal o irme a los Servicios Sociales para alertarles con mi sospecha de que hay una familia hacinada en un cuartucho infecto. Y de nuevo me hice mis cábalas: me pedirán mis datos, me preguntarán qué hacía yo husmeando allí, me mirarán con condescendencia y me preguntarán si me siento un justiciero, si pretendo ser un héroe o si solo soy un gilipollas que se mete en donde no se le espera. Los Servicios Sociales están desbordados desde hace muchos años, la policía municipal corre día y noche arriba y abajo de la ciudad alertada por peleas, hurtos, accidentes y denuncias por toda clase de violencias, ahora no venga usted a joder con algo que no le importa a nadie. Y, además, es Nochebuena, Nuestro Señor va a nacer y usted... ¿qué hace deambulando por la calle en plena Nochebuena? ¿Es usted un pervertido o solo uno de esos raritos¿ ¿A qué se dedica?
Más tarde, ya en casa, se me ocurrió que la mejor opción era, justamente, abandonar cualquier propósito: vete a saber si una intervención de la policía y los servicios sociales no empeora aún más la vida de esa pobre gente, vete a saber si no les quitan lo poco que tienen o meten a alguno en la cárcel o les deportan, vete a saber. En el relato bíblico de Mateo sobre los Magos, dice el evangelista que los Magos vinieron por un camino y se marcharon por otro. Quizás buscaban otra cosa y la parada ante el recién nacido solo fue una simple etapa en un viaje cuyo verdadero fin era otro y desconocido. Entonces me pregunté si no fui yo tan raro e inútil como los Magos que se detienen un instante, hacen ofrendas absurdas y luego se largan. Me comporté como uno de los Magos del Evangelio de Mateo: a la niña que vive en el portal postmoderno le ofrecí dudas, sospechas y estupidez. Y luego me fui.
Y más tarde me acordé de otra parte del relato del nacimiento de Jesús, la parte en donde se cuenta que la pareja de María y José fue pidiendo acogida, un piso, un lugar en donde alojarse. Y nadie quiso darles nada. Eso sí parece una profecía. No tan solo una profecía sobre los tiempos presentes si no de mi propia actitud. El relato de la Natividad de Jesús parece un relato de hoy, sobre las puertas que se cierran, los que pasan de largo, los que no quieren complicaciones. Si por un casual el 3I/Atlas fuera el mismo cometa del año cero, no es de extrañar que se haya largado hacia otra parte: más de 2000 años más tarde seguimos siendo los mismos, tan estúpidos y tan crueles como antaño.

Hombre se puede hacer cosas, Hacerte socio de Caritas, de Cruz Roja, te desgrava en la Renta,para repartir comida,ayudar en las parroquias. Hay mucha gente buena
ResponderEliminarSaludos