Hace poco, un investigador de fenómenos paranormales de esos del canal DMAX descubrió una cabaña rara y maltrecha en medio de un bosque canadiense y se emperró en demostrar que era una construcción del Sasquatch, el monstruo también conocido por Pies Grandes. Se trata de una construcción burda y fea, cuatro palos y unas ramitas. Deberán perdonarme por comparar al señor Junqueras con el Sasquatch mediante esa hipérbole, pero es que no lo puedo evitar. Y se que no está bien meterse con las apariencias de las personas, les prometo que lo se y que no es correcto criticarlas por su aspecto.
Pero hay excepciones. La del señor Junqueras es una excepción y por eso les pido su benevolencia. Hay veces en las que uno se acuerda de viejas teorías góticas, como las que cuenta mi admirado Jurgis Baltrusaitis en su ensayo, en donde nos cuenta que se atribuían características de personalidad a cada rostro, en función de si recordaba a un cabestro, a un cerdo o a un oso.
En las últimas semanas se ha hablado mucho del señor Puigdemont, tipo escurridizo con apariencia de roedor y que ha sabido recuperar las portadas de la prensa gracias a una carambola electoral. Y se ha hablado menos del señor Junqueras, que debe andar rabiando y buscando su portada mediática en esa pugna ya mitológica con el listo de Waterloo. El problema de Junqueras es que resulta menos fotogénico en el duelo entre los dos freaks del nacionalismo, y que no dispone de una pelambrera tras la cual ocultar ciertas peculiaridades, cosa que sí puede hacer el orate de la Rue de l'Avocat. Es curioso y divertido: alguien cayó en la cuenta, meses atrás, en que Puigdemont recuerda un poco al yeti de "Tintín en el Tíbet".
Junqueras parece aguardar en su guarida, con apariciones escasas y mal pertrechadas, algo torpe como es habitual en él, siempre simulando ser un hombre cabal, como el dipsómano que se esfuerza en aparentar sobriedad. Junqueras es uno de los hombres más oscuros de la política española, capaz de hablar de amor en tono de santidad cuando habla de odio, como un cura psicópata. Es el hombre que formuló la teoría racista más sorprendente en pleno siglo XXI: los catalanes descendemos de los griegos y el resto de España desciende de los romanos. Críptico y esotérico, además de inoportuno. Quizás se ve a si mismo como una escultura de Praxíteles cuando sale de la duchita y se ve en el espejo convexo de su baño, y de ahí su hipótesis racial.
Quien se prodiga poco puede ser un tímido o uno que oculta algo: la misma duda que tenemos sobre el Sasquatch. Pero cualquiera de las dos opciones puede atribuirse a un tipo como Junqueras, el primer hombre que logró salir de prisión con ampliación de la talla de camisa y con certificado de excelencia por su asistencia a los oficios religiosos. Quizás tiene a Dios de su parte, como los beatos que salen de misa de domingo y luego se van al lupanar.
Hay seres de los que resulta mejor fiarse poco o nada. Uno de ellos es el Pies Grandes, y el otro, Junqueras. Y luego hay más, pero me los guardo para otro día.
Te ha salido un excelente artículo, Lluís. Muy original y bien escrito. Bravo!
ResponderEliminarPues nada, gracias y buena noche de difuntos.
EliminarNo hay nada
ResponderEliminarque perdonar,
Junqueras es
el sasquatch,
Puigdemont
el yeti, y
Sánchez ,
en vez de
cazarlos ,
se une a
ellos , y
esta
quedando
como el
monstruo
de la traición
a la constitución
española .
me encanta recibir un poema por respuesta.
Eliminarjajajajaja....me has hecho reír, y sé que el artículo va en otra línea.
ResponderEliminarTe falta decir que es del OPUS, pero te lo digo yo.
No, no es que yo lo sea, pero mis informaciones vienen de primera mano, de gente que lo es, que conozco personalmente y que han tropezado alguna vez conmigo allí arriba, en la plaza de Sant Agustí. Ya sabes a lo que me refiero.
Por otro lado, tener una relación de tú a tú con el expapa y ser valedor de las llaves de la Biblioteca Vaticana durante tres años, es, sin duda, todo un síntoma.
Me tropecé en el Seminario con él en alguna ocasión, cuando hice teología, y siempre iba rodeado de los suyos, eso sí, y de sus correligionarios capuxins.
Poco amigo de trato con el resto de personal que no hablara su lenguaje, tanto el físico como el espiritual, nunca fue amigo de conversaciones en grupo.
Jamás me inspiró confianza plena, puede ser porque jamás le vi mirar cara a cara a una persona.
Un abrazo
Aquí el tema sería desvelar las amistades de la política catalana y el Opus. Estoy seguro de hay mucha miga y quizás comprenderíamos algo. También se intuye la filiación religiosa del señor Jordi Cuixart, que se casó en la capilla de la cárcel con la participación de dos sacerdotes.
EliminarEn otro orden de cosas, pero te aseguro que se dan la mano, acabo de leer esta noticia que habla de señor Benet.
ResponderEliminarMe hace gracia su apéndice de cultura. Habla de coleccionismo de arte, y bien está, pero hay un apartado que habla de libros.
Me encandila la frase: Además de productos agrícolas de su tierra natal, Lleida, también posee una librería que no vende más que libros en catalán o inglés, nunca uno escrito o traducido al castellano.
Es la mentalidad, cortoplacista, desde luego, de estas mentes que se creen intelectuales. O sea, es capaz de ignorar un incunable de Cervantes por el mero hecho de que no está escrito en el idioma que él desea.
Seguro que tendrá todos y cada uno de la admirable y perspicaz escritora Empar Moliner.
El señor Benet era un periodista deportivo de Tv3 que se hizo millonario montando una productora para venderle sus productos a la TV pública. Un chollo. Es el mismo que ahora acaba de poner de patitas en la calle a Jaume Roures. Viendo su colección de arte, lo que me queda claro es el mal gusto del hombre y su escasa formación intelectual.
Eliminarhttps://metropoliabierta.elespanol.com/opinion/20231031/el-museo-de-lo-censurado-por-otros/806299368_13.html
ResponderEliminarPues no lo sé si es correcto reírse o hacer comparaciones por la apariencia,pero en el caso del sr. Junqueras tiene toda la apariencia de padecer una enfermedad,en la musculatura del vientre,cosa que se padecía en los cuarenta y cincuenta,donde se veían personas mayores y niños con este problema y no tenía nada que ver con la gula,al contrario sino en problemas de enfermedades relacionadas con la mala nutrición o fallos orgánicos.
ResponderEliminarSaludos
Si fuese así (la enfermedad) lamento haber hecho burla de ella, naturalmente. Pero más allá de las bromas, lo que pretendo contar es que Junqueras me parece un político nefasto, de lo peor, y eso sí se puede escribir.
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