Algunas naciones ficticias se han construido sobre mitos medievales, como es el caso de Cataluña. Pero si hay en la Tierra una nación elaborada sobre las fantasías más delirantes, esa es sin duda la de Israel. Para explicar esa nación hay que recurrir al libro de ficción más vendido de la historia, que no es El Código da Vinci si no esa Biblia de múltiple autoría, llena de lagunas, interpretaciones, elaboraciones y relecturas, compendio de relatos del mundo antiguo, mitos y leyendas. Tan apasionante como delirante, la Bíblia es tan creíble como el Libro de Gilgamesh (y con varias coincidencias con éste y otros relatos de la antigüedad). La Biblia cuenta las andanzas del pueblo judío en clave simbólica, mítica y sin ninguna base histórica. Incluso el protagonista del Nuevo Testamento, más místico pero menos sádico, divertido y morboso que el Antiguo, sigue siendo un personaje ahistórico, factor que no le impidió a Saulo de Tarso construir una religión sobre esa figura. Pero este ya es otro asunto.
Tras una serie de desgracias, tragedias y literatura, el pueblo judío decidió otorgarse un territorio a sí mismo. Buscando en antiguas escrituras fantasiosas, decidieron que su patria le correspondía por un derecho divino. Por si eso fuera poco, resulta que en los terrenos elegidos vivían personas y había que echarlas. Las personas que vivían en los territorios elegidos eran pobres. Eso es fundamental para comprender la historia. Eran pobres y alguien se encargó de contar que no eran solo pobres: que eran brutos, primitivos, cabrerizos, medio sucios, precivilizados. Y por ende, de religión musulmana. La religión de Saladino, el que humilló a los cristianos en Jerusalén.
El pueblo judío no eligió Illinois ni Francia ni Luxemburgo para instalarse. No eligió Holanda, no eligió Italia. Ni tan siquiera la provincia de Toledo, en donde todavía hay sinagogas. Como en Gerona, por cierto. Eligieron un territorio poblado por campesinos y pastores pobres, a los que pensaron que les sería fácil expulsar. El Israel primitivo se parece a una utopía muy progresista y muy bella, con esos kibbutz, esas comunas de inspiración autogestionaria, un poco hippies. Y levantaron sus primeras colonias en la tierra palestina entre jolgorio y utopía. Era tan bello que incluso Paul Newman, el guapo de Ohio, se prestó para rodar "Exodus", la cinta americana que presentaba el nuevo estado como la obra de unos héroes medio griegos, medio morenos, todos maravillosos. Y encima colgaron a Eichmann y le incineraron en un horno doméstico y pequeñito, no vaya a ser que les comparen.
El nuevo estado se construyó con ideas utópicas y, sobre todo, con muchos militares. Con muchos tanques, muchos cazabombarderos, muchas metralletas, bombas, minas explosivas, misiles. Incluso el IRA y ETA le compraron armas a Israel. A día de hoy, la industria armamentística israelí es quizás la más avanzada del planeta: el pueblo elegido por el dios de la guerra. El dios que partía mares por la mitad y convertía en polvo Sodoma y Gomorra tras un cabreo. La industria armamentística israelí vende armas a todo el mundo que las pueda pagar. Yahvé siempre tuvo predilección por el poder y la riqueza. En todo el planeta, centenares de miles de muertos pueden certificar que están muertos gracias a la tecnología militar de Israel.
Una galaxia de muertos de los últimos 50 años avalan la eficacia de Israel en su competencia por matar a gran escala. Y entre los aplausos de la gente de orden, cristiana y de bien.
No puedo opinar lo contrario. Un Estado generado hace décadas por los intereses de las potencias occidentales y supongo que los lobbys internacionales sionistas. Por supuesto que habría muchas cosas que matizar pero hay que ver la premura con que los USA han acudido a la situación generada en Israel diciendo que apoyarán con todo tipo de armas y recursos al Estado de Israel.
ResponderEliminarCojonudo. Muy bien dicho y con datos que desconocía.
ResponderEliminarNunca me ha gustado generalizar. "El estado" no son todos, como "no lo es toda" esa Cataluña que dicen quiere la independencia.
ResponderEliminarEn el estado de Israel hay muchos que desean la paz, muchos más de los que nos imaginamos, pero los halcones siempre van por delante de las palomas.
Además, Lluís, hemos de contar con muchas cosas detrás, una de las principales que esta es una ramificación de la guerra de Putin (obliga a los socios del estado de Sión a más ayuda por parte de EEUU y distrae de las acciones de aquel), y que Hezbolá y Hamás son simples soldados a las órdenes de Irán.
En la cuestión geográfica y en los hechos que nombras, estoy en acuerdo total. Palestina no era más que la Cananea al 1700 A.C., estos, los cananeos, siempre habían vivido y pastoreado allí, y desde que David (primera monarquía unificatoria de las tribus errantes) toma el mando, lo único que desea son las tierras en donde sus primos de lengua semítica siempre habían estado aposentados.(*)
(*) Muy, pero muy a grandes rasgos. Hay mil matices y otros tantas acotaciones (Siónismo, israelita, judío, hebreo...todo parece igual, y no lo es).
Salut y buen miércoles
El Estado es el Estado. Yo no vivo en un estado, vivo en un país, en una sociedad, que tiene un Estado y muy plural. Igual les pasa a los israelíes. Confundir Estado y Sociedad es una manía si no lacra que el nacionalismo y el izquierdismo a la cola del anterior vienen haciendo desde hace tiempo. No creo que el oibjetivo de Lluis sea profundizar en el tema sino hacer constar una de las grandes paradojas de la historia, donde se mezcla religión (y qué religión tan tajante, bueno, como todas las del célebre Libro), política, intereses económicos y potencia militar. Y todo como resultado y consentimiento de la correlación de fuerzas y geopolíticas derivadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
ResponderEliminarBuen miércoles.
EliminarAntes fue de administración inglesa, heredado del imperio Otomano y así sucesivamente hasta los romanos, que echaron a todos los judíos.
ResponderEliminarEn el territorio , los había musulmanes, cristianos, judíos(sefardíes y azkenazis,que no se tragaban entre ellos).Los ingleses hartos, hicieron lo posible porque entre todos se llevaran como hermanos y formaran un gobierno, no lo lograron. La guerra entre ellos eran continuas, así que ahí os quedáis y se fueron (parecido al Sahara español).El Sionismo internacional, fue más listo y consiguió un mandato de la ONU para constituir un estado:Israel
Despues, las migraciones de rusos, sudamericanos...Han hecho un pais rico, militarmente fuerte y con bombas nucleares .No está mal para tampoco tiempo.
Saludos.