Ir al contenido principal

YO NO FUI JUANA DE ARCO

Acabo de hacerme (previo pago escrupuloso, como los pobres) con H.P. Lovecraft. Cartas, I, publicado por Aristas Martínez en una edición casi de lujo. Y leo que este señor de Providence escribió, durante unos 20 años de su vida, alrededor de 75.000 cartas. Sin embargo, el autor es conocido por sus relatos y novelas breves, que en realidad forman el 1% del conjunto de su producción escrita.

Me conmueven esas personas tan persistentes, tan obcecadas en una actividad, en un propósito. Más aún cuando el propósito es el literario, por ejemplo. Reconozco que estos son los héroes de mi altar privado, y vidas como las de H.P. son, para mi, las vidas de santos que tanto se admiraban en los tiempos oscuros.

A veces, para consolarme, me digo: siendo yo hijo de obrero, y de obrero pobre, quizás no me quedaba otra opción que la de ser cobarde, ponerme a trabajar y rezar para lograr un sueldecito. No me merecía una vida bohemia y por si acaso ahí estaba mi padre, advirtiéndome: busca un trabajo digno y escribe lo que quieras, pero en tu tiempo libre.

Conocí al director de una escuela que escribía cuentos en su despacho de director. En este caso, el director lletraferit no siguió las recomendaciones y se puso a escribir en su tiempo de trabajo, con poco respeto para el sueldo público que le pagaban sus conciudadanos. De este tipo de personajes conocí a más de uno: había otro, con carguito en el Departament de Cultura, que escribía poemas en su despachazo y los escondía debajo del tapete verde de la mesa de jefecillo cuando entraba un subordinado a pedirle que estampase su firma.

¿Todos los que se entregan a su obsesión artística son ricos? ¡No! Ahí tienen ustedes a Juana de Arco, que no era hija de ricos -quizás tampoco de pobres- pero se propuso seguir su enjuta obsesión. Y dio con la hoguera: cuando los pobres deciden persistir en sus manías bohemias terminan castigados con severidad. No fui Juana de Arco y fui más bien un cobarde. Me busqué un trabajo y un sueldecillo para ir tirando, y para no contrariar demasiado mi superflua conciencia de clase obrera. Escribí algo, poca cosa y con poca fe. Quizás debería escribir una novela sobre eso, sobre la cobardía y la pereza, que son parientes. 

Pero también podría escribir sobre que no es obligatorio ser feliz ni darle un sentido especial a la vida, ni triunfar ni ser reconocido, ni morir de épica. Les ruego me perdonen por haber juntado en un solo artículo a la pucelle d'Orléans y al tío Howard. Eso es lo que pasa cuando el hijo de un obrero pretende escribir. Que todos sus referentes son pop en vez de ser Sófocles, Schopenhauer o Gramsci.



 

Comentarios

  1. Perdonado estás.
    Yo sigo leyéndote, por dos motivos, eso si, el primero es que me agrada como rejuntas las palabras; el segundo, no creas que menos importante, es que se que mientras escribas te encuentras bien, y eso, mi buen Lluis es lo único que me importa, que te encuentres bien (si, si, lo se, si no entramos en detalles...)
    Salut, prenda

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

QUE DIFÍCIL ÉS FER L'AMOR EN CATALÀ!

Vilaweb, aquest mitjà alegre i combatiu, ho acaba de publicar . Un jutjat de Barcelona ha condemnat a dos anys de presó i a pagar una indemnització de 9.000 euros l'autor d'unes piulades contra la família de Canet de Mar que demanava el 25% de les classes en castellà. A la redactora de Vilaweb (que publica en negreta els noms de les magistrades que signen la sentència perquè tothom sàpiga qui son) li sembla espantós, inèdit i escandalós que es castigui algú que defensa el català i se'l condemni per delicte d'odi. Diu la redactora que el delicte d'odi només és aplicable quan l'odi es projecta contra els col·lectius vulnerables i ella considera que els castellanoparlants de Catalunya no ho son.  Al mateix article, però -i per sort!- es publiquen les frases que el delinqüent va escriure. Jo les copio i així cadascú valora el cas. “Volem saber el nom i l’adreça on viu la família. Han de viure un infern mediàtic”, “és el poble, el que ha de fer la vida impossible a l...

EL GIRO CRISTIANO

Las personas que tienen certezas me producen una gran desazón. Tras todos estos años, a mi ya no me queda ninguna. Todo me parece complejo e inentiligible o, por lo menos, dudoso. Es imposible estar seguro de algo. Puedo afirmar muy pocas cosas: que El Víbora fue un gran cómic o que David Bowie compuso grandes canciones. Y quizás poco más. En el caso de Bowie, a quien he admirado mucho, descubrí que la canción "Wild is the wind", una de mis preferidas, era una versión de una canción homónima de Nina Simone. Y más tarde supe que Nina Simone había versionado a un cantante mediocre, un tal Johnny Mathis que la cantó en 1957 para la banda sonora de un western sin pena ni gloria. No se salva ni Bowie. Uno no puede estar seguro de nada y ese instante crea una gran desesperanza. La crisis de las grandes ideologías de los siglos XIX y XX nos ha dejado en manos de un capitalismo deshumanizado y salvaje por no decir brutal que, por fin, también se acerca a su colapso. Ya nadie se cree ...

ALGO DE LUZ CATALANA EN MIS OÍDOS

Lamento reconocerlo: no recuerdo cuál es el último grupo musical del pop-rock catalán que escuché y me gustó. Creo que debo retrotraerme a los buenos tiempos de Pau Riba (que no son todos los tiempos de Riba), a Jaume Sisa y algo de Adrià Puntí y algo de Albert Pla. Todo lo demás es un desierto o más bien el deseo de un desierto sonoro: antes de aporrear los oídos del sufrido pueblo catalán, muchos deberían haber optado por quedarse en silencio. Nunca comprenderé qué necesidad había de maltratar las orejas catalanas con "Els Pets", "Sopa de Cabra", y la lista de atrocidades posteriores que culmina con "Els Catarres". Lo de "Els Catarres" es muy sorprendente: uno de los grupos más anodinos e insípidos de la historia del pop disponen de varios discos y de... un libro que escribió Jordi Basté. Incomprensible. Muy mal debe de estar el panorama musical catalán para que se haga un libro sobre ese grupito de música bazofia que apenas anima una fiesta ma...