Ir al contenido principal

WIFREDO PARA NIÑOS DE RIPOLL

 

Lo que les presento son algunas viñetas de un comic (antes TBO) que se edita en Cataluña. La publicación tiene una larguísima historia y una cruz de San Jorge, que es la Cruz de Hierro en versión regional. Durante muchos años fue un faro patriótico y de la lengua catalana frente al franquismo, que la toleró sin muchos remilgos. En esta revista, llamada Cavall Fort y que ahora los ayuntamientos valencianos de PP y Vox repudian y cancelan, siempre se practicó la mezcla de lengua y patria. Hablar en catalán o leer en catalán implicaban una visión nacionalista incluso sin mencionarlo. Eso lo saco de mis apuntes sobre la formación del espíritu nacional catalán, que algún día publicaré.

Ha habido miles de lectores y cientos de escritores catalanes sin un ápice de nacionalismo, pero esos se soslayan. Se soslayan por tibios, ignorantes o botiflers. Es un credo que se fomenta en la infancia. Si enseñas el catalán a un niño, creas a un futuro patriota. Ese es el catecismo. La identificación entre lengua y patria, que es delirante en cualquier otra parte del mundo, no se cuestiona jamás. En Cataluña es religión.

Y es por ese motivo que a nadie debe extrañarle que, en su promoción del idioma catalán, en Cavall Fort se cuelen mensaje subliminales. O poco sutiles: a día de hoy se publica en Cavall Fort una historieta por entregas titulada "El jove Guifré". Tal como lo oyen: las aventuras de un jovencísimo Wifredo, niño medieval y aguerrido, valiente como el que más, émulo infantil de una especie de Braveheart catalanito cuyo perrito, por ser muy peludo, bautiza como "Pilós" (velloso). Ingeniería nacionalista en pleno siglo XXI.

Parece que el mundo editorial catalán apuesta con ilusión por mantener la distopía, por mantenerse en el romanticismo decadente que lo inspiró, por alimentar el delirio. El mundo editorial catalán se afianza en su alergia a la razón: ese cuento ilustrado es opuesto a los valores de la Ilustración. Ese es el estado de las cosas. Una historieta cuyo título se escribe en letra algo gótica.

No es de extrañar que, en el fragmento que les facilito, el joven Wifredo le dé una paliza a un moro. Un moro con turbante que es un ladrón, para más señas. Ahí tienen el argumento, que le gustará al hijo de la alcaldesa de Ripoll. Todo oportuno y progresista, cohesionador, un logro de la convivencia. No he sabido quien es el guionista. Quizás sea Pilar Rahola. 

Ese es el estado de las cosas en Cataluña. El nacionalismo perderá fuelle en las urnas, pero el sustrato carlista y rancio permanecerá, discreto y en colorines. La eterna lucha de las sombras románticas, el ensueño crepuscular de la patria imaginaria. El racionalismo fue prohibido en Cataluña, y sigue ausente. Que la verdad no nos estropee la mentira nacional.

En el mismo número de la revista quincenal Cavall Fort que les reporto hay un alegato contra la globalización musical. Esa es una batalla perdida, y resulta enternecedor que publiquen ese tipo de artículos, pretendiendo convencer a la juventud de que deben escuchar a cantautores catalanes en vez de músicas del mundo.

Supongo que pronto dirán que la sardana mola más que el perreo, Lluís Llach mejor que el reguetón y que Núria Feliu es más atractiva que Shakira.

Comentarios

  1. La sardana mola més que el perreo, sobretot gracies als Tyets, Llach és millor que el regueton, i almenys vocalitza, i Núria Feliu de jove era molt més atractiva que Shakira i cantava molt millor. Lluís, tres i tres diuen que suma sis, qui et veu i qui t'ha vist.
    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sobre gustos s'ha escrit molt, però jo no ho he fet: no m'agrada ni Llach ni Shakira, ni la sardana ni Núria Feliu.

      Eliminar
    2. I si vols que et digui, el pobre Llach és una ombra trista al costat del Serrat.

      Eliminar
  2. Lluis: hoy he visto en el 24H un reportaje sobre los Menas en Barcelona. Pone los pelos de punta. Menores de edad que carecen de todo amor. Sin un beso, sin una caricia, sin un apoyo, sin un hogar y sin futuro inmediato.
    Se embarcan para enviar dinero a sus madres, sobre todo a sus madres, cosa que generalmente no consiguen.
    Casi me he puesto a llorar.
    Yo se que lo que escribes es por lo que ves en el colegio y por lo que trabajas, y se que tu amor por los chavales, que lo tienes, es grande , muy grande. También intuyo que en realidad nos hablas de la proyección que se quiere dar, me refiero a este comic en concreto, y que dista mucho de lo que es la realidad en Santa Coloma, Badalona, Llefiá, Roquetas o el Casc Antic de Barcelona.
    Falta mucho por hacer y vivimos en mundos paralelos, donde cerramos los ojos porque no queremos ver. Te aseguro que desconocemos la miseria que hay, entre otras cosas porque sabemos barrer bajo la alfombra.
    Te entiendo.
    Un abrazo
    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. PD: Por cierto, hablo con muchísimo, (superlativo) conocimiento de causa, no, no por TdC, -que también-, sino porque mi hijo es Educador Social de calle, y hay días que viene touché.

      Eliminar
    2. Creo que el drama está ahí, en esos mundos paralelos e incomunicados, y que no tienen interés en hacerlo. La historieta de Cavall Fort solo demuestra eso, lo lejos que estamos.

      Eliminar
  3. El moro canalla al suelo,el cruzado con un palo lo hace tirar al suelo,que de la patera no tenía que haber venido,a su tierra marche.
    Desde luego un tebeo de lo mejor para la convivencia.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y lo sorprendente es que esto se haya hecho aquí y ahora.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

PUIGDEMONG PEZIDÉN

Que el "procés" ha muerto es una evidencia y no es opinable. Quienes nos enfrentamos al secesionismo durante los años lúgubres sabíamos que todo terminaría en las urnas, cuando la ciudadanía dejara de darles la mayoría absoluta a los partidos del nacionalismo identitario. Solo podía ser de ésta manera, con su derrota electoral: no iban a poder ni los jueces ni la policía. Y eso es lo que ha sucedido, por fin. Hemos tenido que esperar muchos años pero ya ha sucedido. Aunque todavía no sea el momento de festejarlo a lo grande, les confieso que yo ha he brindado por la derrota del independentismo, que ha perdido más de un millón de votos respecto de 2021.  De modo que el señor Feijóo miente cuando dice que el "procés" está muy vivo. No miente por ignorancia (aunque la ignorancia no le es ajena). Feijóo miente por interés: es al PP a quien le conviene mantener al procés en estado zombi para dar miedo. Las estrategia de la derecha suelen ser siempre las mismas: crear mie

TAREK Y UN INSTITUTO EN LAS AFUERAS

Tarek nació en España, en una ciudad de la provincia de Barcelona. Sus progenitores son de Marruecos y emigraron para dar un futuro mejor a sus hijos: el padre era pastor, albañil y analfabeto, y también hacía recados con su furgoneta. La madre, ama de casa, analfabeta. Una vez en España, la familia encontró un piso compartido con otras dos familias en un barrio periférico de pequeños bloques construido para alojar a las familias que una antigua riada dejó sin casa. El padre encontró trabajos esporádicos en la construcción y el transporte. La madre limpia pisos por toda la ciudad y sus aledaños, todo en dinero negro. El padre decidió que estarían en este barrio hasta que las cosas mejoren. Pero las cosas no mejoraron, y las opciones e salir del barrio se empequeñecen. Ya no cree que jamás pueda salir de aquí. Quizás Tarek lo consiga, si sale adelante con los estudios. Tarek cursó la educación primaria con dificultades por el idioma, en la escuela del barrio. La mayoría del alumnado es

EL CULPABLE DE TODO

Saikou, nueve años. Alumno de tercero de primaria. Pequeño, listo, puro nervio, alegre. Ojos grandes, siempre muy abiertos, como si quisiera meter todo el mundo en su retina con una sola mirada, un travelling vertiginoso. Niño nacido en Senegal que lleva seis viviendo en una ciudad del cinturón de Barcelona. En la entrevista inicial pregunto algunos datos. ¿El trabajo del padre? Trabaja en el metal, me dice la madre, pequeñita y escuálida, ojos tristes y cansados, bajando la mirada. Poco más tarde comprendo que "trabajar en el metal" significa que el hombre, con un carrito de supermercado, va por la calle durante doce horas al día recogiendo metales abandonados por las esquinas y en los contenedores. Luego se los vende a un intermediario, tipo enjuto que dispone de una gran nave y una báscula en las afueras, que luego revende a vete a saber quién. El intermediario es catalán como yo. Eso es trabajar en el metal, uno de los destinos que les esperan a los hombres que arriesgaro