Ha habido miles de lectores y cientos de escritores catalanes sin un ápice de nacionalismo, pero esos se soslayan. Se soslayan por tibios, ignorantes o botiflers. Es un credo que se fomenta en la infancia. Si enseñas el catalán a un niño, creas a un futuro patriota. Ese es el catecismo. La identificación entre lengua y patria, que es delirante en cualquier otra parte del mundo, no se cuestiona jamás. En Cataluña es religión.
Y es por ese motivo que a nadie debe extrañarle que, en su promoción del idioma catalán, en Cavall Fort se cuelen mensaje subliminales. O poco sutiles: a día de hoy se publica en Cavall Fort una historieta por entregas titulada "El jove Guifré". Tal como lo oyen: las aventuras de un jovencísimo Wifredo, niño medieval y aguerrido, valiente como el que más, émulo infantil de una especie de Braveheart catalanito cuyo perrito, por ser muy peludo, bautiza como "Pilós" (velloso). Ingeniería nacionalista en pleno siglo XXI.
Parece que el mundo editorial catalán apuesta con ilusión por mantener la distopía, por mantenerse en el romanticismo decadente que lo inspiró, por alimentar el delirio. El mundo editorial catalán se afianza en su alergia a la razón: ese cuento ilustrado es opuesto a los valores de la Ilustración. Ese es el estado de las cosas. Una historieta cuyo título se escribe en letra algo gótica.
No es de extrañar que, en el fragmento que les facilito, el joven Wifredo le dé una paliza a un moro. Un moro con turbante que es un ladrón, para más señas. Ahí tienen el argumento, que le gustará al hijo de la alcaldesa de Ripoll. Todo oportuno y progresista, cohesionador, un logro de la convivencia. No he sabido quien es el guionista. Quizás sea Pilar Rahola.
Ese es el estado de las cosas en Cataluña. El nacionalismo perderá fuelle en las urnas, pero el sustrato carlista y rancio permanecerá, discreto y en colorines. La eterna lucha de las sombras románticas, el ensueño crepuscular de la patria imaginaria. El racionalismo fue prohibido en Cataluña, y sigue ausente. Que la verdad no nos estropee la mentira nacional.
En el mismo número de la revista quincenal Cavall Fort que les reporto hay un alegato contra la globalización musical. Esa es una batalla perdida, y resulta enternecedor que publiquen ese tipo de artículos, pretendiendo convencer a la juventud de que deben escuchar a cantautores catalanes en vez de músicas del mundo.
Supongo que pronto dirán que la sardana mola más que el perreo, Lluís Llach mejor que el reguetón y que Núria Feliu es más atractiva que Shakira.
La sardana mola més que el perreo, sobretot gracies als Tyets, Llach és millor que el regueton, i almenys vocalitza, i Núria Feliu de jove era molt més atractiva que Shakira i cantava molt millor. Lluís, tres i tres diuen que suma sis, qui et veu i qui t'ha vist.
ResponderEliminarSalut
Sobre gustos s'ha escrit molt, però jo no ho he fet: no m'agrada ni Llach ni Shakira, ni la sardana ni Núria Feliu.
EliminarI si vols que et digui, el pobre Llach és una ombra trista al costat del Serrat.
EliminarLluis: hoy he visto en el 24H un reportaje sobre los Menas en Barcelona. Pone los pelos de punta. Menores de edad que carecen de todo amor. Sin un beso, sin una caricia, sin un apoyo, sin un hogar y sin futuro inmediato.
ResponderEliminarSe embarcan para enviar dinero a sus madres, sobre todo a sus madres, cosa que generalmente no consiguen.
Casi me he puesto a llorar.
Yo se que lo que escribes es por lo que ves en el colegio y por lo que trabajas, y se que tu amor por los chavales, que lo tienes, es grande , muy grande. También intuyo que en realidad nos hablas de la proyección que se quiere dar, me refiero a este comic en concreto, y que dista mucho de lo que es la realidad en Santa Coloma, Badalona, Llefiá, Roquetas o el Casc Antic de Barcelona.
Falta mucho por hacer y vivimos en mundos paralelos, donde cerramos los ojos porque no queremos ver. Te aseguro que desconocemos la miseria que hay, entre otras cosas porque sabemos barrer bajo la alfombra.
Te entiendo.
Un abrazo
Salut
PD: Por cierto, hablo con muchísimo, (superlativo) conocimiento de causa, no, no por TdC, -que también-, sino porque mi hijo es Educador Social de calle, y hay días que viene touché.
EliminarCreo que el drama está ahí, en esos mundos paralelos e incomunicados, y que no tienen interés en hacerlo. La historieta de Cavall Fort solo demuestra eso, lo lejos que estamos.
EliminarEl moro canalla al suelo,el cruzado con un palo lo hace tirar al suelo,que de la patera no tenía que haber venido,a su tierra marche.
ResponderEliminarDesde luego un tebeo de lo mejor para la convivencia.
Saludos
Y lo sorprendente es que esto se haya hecho aquí y ahora.
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