El alcalde protagoniza el cartel del Carnaval 2021 en su población, que es el lugar en donde vivo. Una sonrisa inesperada me asalta tras la mascarilla. Luego me doy cuenta de que este cartel no es el cartel oficial del ayuntamiento: es obra de una entidad o algo así. A partir de aquí, sin embargo, resulta muy complejo analizar el hecho. En primer lugar: desconozco si el alcalde Ballart ha promovido, alentado, tolerado o soportado el cartel. ¡Vaya usted a saber! Incluso podría denunciarlo, en función de lo que más le convenga. Sabiendo como sabemos su predilección por presentarse como víctima oprimida por colectivos opresores, todo es posible. Sabiendo de su talante narcisista, y de sus maneras populistas, casi todas las opciones son plausibles. Un hombre tan entregado a su propia causa, la de su ego, debe ser de los que dice: que se hable de mi, aunque sea bien. Esa es una seña de identidad presente en todos los políticos populistas, y Ballart se esfuerza en su promoción personal de t
Algo muy extraño sucede en Cataluña. Hay quienes se proclaman guerreros de la lengua catalana por el simple hecho de escribir en esa lengua. Sin embargo, esos guerreros de la lengua catalana escriben en un catalán miserable, empobrecido y lamentable: su catalán desconoce los principios más básicos de la sintaxis catalana. Quien se proclama guerrero de algo no dispone de armas pero sin embargo se presta a la batalla. La batalla ¿contra quién?. No tiene ni idea del uso de los pronombres catalanes, algo que cuesta un poco de aprender. Que se lo pregunten al pobre Ramón Cotarelo, al cual su admiración por la Cataluña de Puigdemont le sirvió de nada a la hora de escribir en la lengua del pastelero de Amer. Está sucediendo algo muy raro: los defensores de la lengua catalana, convertida en bandera nacionalista, maltratan la lengua de su nación . Es un fenómeno observable y objetivo. Es un fenómeno observado en infinidad de ocasiones: los más altos defensores de la nación catalana y de su