Años atrás, no muchos, empezó a usarse el término "ideología" como una forma de desprecio: las ideologías son malas. Tener una ideología era algo así como tener una enfermedad, algún tipo de trastorno. Se asimiló a "ideología" cualquier atisbo de marxismo, postmarxismo o pseudomarxismo: el socialismo, por consiguiente, es una ideología y por eso es malo. Pero no lo es, curiosamente, el ultraderechismo, ese que grita "libertad" día tras día.
En nuestros días se ha popularizado el término "woke" para nombrar al pensamiento progresista, para nombrarlo y, a la vez, ridiculizarlo. "Woke" es el pasado simple de To Wake, algo así como "desperté". Hay una cinta de terror barato que se titula I Woke Up a Vampire. Como todo evoluciona a la velocidad de la luz, el término "woke", que inicialmente tenía que ver con la defensa de las minorías raciales, se usa ya para cualquier atisbo de socialismo o protosocialismo o cualquier cosa que se relacione incluso con el feminismo, el ecologismo, etc. Ándese usted con cuidado porqué del mismo que un zombie le puede dar un pellizco sin que se dé cuenta y convertirle a usted en zombi, usted también es susceptible de sostener algun postulado woke en un descuido y pasar a así a engrosar las huestes de lo más despreciable.
Personas de clase trabajadora, asalariados precarizados y obreros (si es que acaso alguien todavía se considera obrero) han adoptado el término "woke" para insultar a quienes no están en las filas del liberalismo radical o del ultraliberalismo, que es la forma actual de la selección natural que propone la ultraderecha: el poderoso se come al débil, los israelitas aniquilan a los palestinos, los ricos ganan y los pobres pierden, las masculinidad agresiva mola más, los impuestos progresivos son una aberración, la desigualdad es algo natural y, por lo tanto, bueno. Con unos planteamientos similares se justificó el colonialismo y el exterminio de las llamadas "razas inferiores". Si usted ahora defiende el derecho de las culturas indígenas del Amazonas a vivir como a ellos les plazca, sepa que será usted "woke". Por el contrario, si usted defiende el derecho de los empresarios a exterminar a las tribus amazónicas para sacar más beneficios, usted no será woke si no que será un defensor de la libertad, de la libertad del poderoso para hacer lo que le dé la gana: al fin y al cabo ¿la historia no es el resultado del triunfo de los fuertes sobre los débiles? Pero si... ¡incluso la Biblia le da la razón cuando dice que el hombre fue puesto en el mundo para dominarlo y usar a las demás especies a su antojo! Y si por si acaso la Biblia no dice nada del hombre blanco, heterosexual y rico cuando habla del hombre, ya le digo yo que si me discute eso le tildaré de ser un puto "woke". Y listos, asunto zanjado.
Aunque fue Darwin quien formuló la teoría de la selección natural, esa teoría en la que se amparan los nuevos defensores de la libertad del poderoso, también la ciencia nos cuenta que las sociedades que triunfaron fueron las que colaboraron, las que cooperaron, las que protegieron a sus miembros enfermos, ancianos o débiles: la civilización y lo que nos hace humanos es lo que nos separa de las demás especies, ese mundo salvaje en el que el más fuerte le retuerce el pescuezo al débil. Solo eso explica que las hormigas o los cuervos no sean los dueños del planeta.
El problema gordo que tenemos es que ese pensamiento progresista o woke se ha liado en la defensa de las minorías étnicas y sexuales y se ha olvidado del empobrecimiento masivo, de la precarización de nuestras vidas, de la supresión de la clase media en muy pocos años: le está regalando el espacio del descontento a la ultraderecha. Y la ultraderecha se limita a callar y, como mucho, a reírse de las contradicciones woke. La ultraderecha espera su momento.
El pensamiento progresista está en Babia cuando se muestra tímido y retraído, o cuando no es capaz de afirmar que sí, que todo el mundo debe pagar impuestos y cuántos más, mejor, que se debe regular el mercado de la vivienda y limitar el beneficio abusivo de los bancos y de la especulación financiera. Soy decididamente woke, pero no estoy en Babia. Si no se espabilan, seremos conejitos en la selva del tigre que exige libertad: no te quejes cuando el tigre te hinque los dientes en la nuca en nombre de su libertad para morder.
No te sales un ápice de la realidad, pero también es bueno analizar el porqué. Cómo se ha llegado a esta situación
ResponderEliminarSaludos
Decir que la ideología no es nada más que el establecimiento en práctica de "una idea", y que se pueden tener ideas, desde luego, que se sabe que llevadas a la práctica no serían de recibo.
ResponderEliminarPor lo demás, nada que alegar, estoy de acuerdo con lo escrito.
Salut