El eslógan de la Generalitat de Cataluña para conmemorar el 11 de septiembre de 2023 es "Una llengua". Cuando lo vi se me erizaron los pelos del cogote: algo retumbaba en mis adentros, y no tardé mucho en recordarlo con horror: "Una grande y libre" (que ni era libre ni era grande).
A uno le extraña que nadie haya caído en la nefasta coincidencia: la frase habrá pasado por comisiones y despachos políticos, técnicos, algún catedrático sesudo, publicistas y el de las fotocopias. Excepto este último, los demás cobran un pastón solo por pensar y mantener las posaderas en una butaca de polipiel.
Pretender que en Cataluña se habla una sola lengua parece una broma, o una contumaz declaración de ignorancia. Pero la lengua es la nueva trinchera, una vez abandonada la independencia unilateral. Hay que mantener a la parroquia entretenida con batallitas. A poder ser, con batallitas perdidas de antemano. Eso es lo que mantiene alta la moral: el martirologio infinito, la pulsión victimizadora, el lamento. El quejío catalán ¡ay, que me quieren quitar la lengua!
El nacionalismo vuelve una y otra vez sobre sus huellas y el recuerdo del carlismo alimenta sus venas, tradición, tradición y tradición. A Dios, Patria y Fueros se le añade la lengua. La vernácula, la auténtica, la sola: la única verdadera.
La batalla de la lengua parece la más innecesaria: jamás la lengua catalana había gozado de tanto presupuesto, de tanta ley, de tanto decreto. Jamás había sido la "vehicular" en la educación obligatoria, jamás se había impuesto con todo el peso de la ley. Y, si algún problema tiene la lengua catalana, está en algo que no se resuelve con leyes. Ni tan solo con manifestaciones unitarias, ni tan solo con pasquines en las calles y declaraciones en Tv3. El abandono de esa lengua por parte de los hablantes es una opción personal, quizás empujada por las redes sociales y la globalización.
¿Acaso un hablante de Cataluña no tiene derecho a decidir la lengua en la que se expresa?
Cuando un país se declara bilingüe lo hace con todas las acepciones. Este no lo es. Aquí absolutamente todo viene escrito en un idioma, Todo. Desde la receta médica del hasta las circulares del Ay untamiento. Desde las comunicaciones de la General hasta los avisos del trasporte público. Todo lo que te llega a casa está en un solo idioma, por lo que cuando se habla de bilingüismo digo que es inexistente, al menos como forma.
ResponderEliminarA mi el Ay untamiento no me da derecho a decidir nada, me impone la lengua que dice predomina, y que yo considero dominante, cuando por Ley debería ir en las dos lenguas, pero aquí, ya lo sabemos, la Ley, si no les convence, dicen que es feixiste.
Salut
ResponderEliminarAquí lo tienen claro y este alcalde es la muestra evidente de lo que quiere toda, absolutamente toda la ciudadanía de esta Itaca...
Mira, mi buen Lluis, una Cataluña distinta es imposible con los mismos de siempre. No hay más.
https://www.elperiodico.com/es/politica/20230908/alcalde-junts-convoca-referendum-independencia-91876578
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