Ir al contenido principal

¿Un cordón sanitario para Puigdemont?


No se puede seguir pintando a Junts como a un partido de progreso y hay que contar las cosas tal como son: sería coherente haber hecho un cordón sanitario entorno a Junts del mismo modo que se ha hecho con la ultraderecha de VOX. No se puede pactar con Junts. Junts está en contra de cualquier proyecto de igualdad y de justicia social. Es un partido amigo de los neonazis flamencos, eso se debe recordar, por si acaso. 

Junts es un partido de extrema derecha. ¿Cómo se puede imaginar un gobierno "progresista" avalado por los votos de un partido como Junts? ¿A qué tipo de legislatura precaria y conflictiva nos llevaría?

No se puede admitir lo que dice Pablo Iglesias cuando pide bajar el tono contra Jordi Turull: su partido practica la extranjerización del discrepante en Cataluña y eso es intolerable, además de trasnochado: en Cataluña ha ganado las elecciones el PSOE, que ha superado en votos a la suma de ERC+Junts. El identitarismo pierde en Cataluña por primera vez en mucho tiempo, razón de más para no aceptar el chantaje de Puigdemont. Junts no representa a Cataluña. Representa a una Cataluña no solo minoritaria: representa a una Cataluña pequeña, rancia y de nostalgia feudal, opuesta a los principios de la democracia y de la Ilustración. Un gobierno no puede negociar la amnistía para Laura Borràs, condenada por corrupción.

En mi pueblo, todas las tardes a las 19h se reúnen los nostálgicos de la independencia ante el ayuntamiento y entonan cánticos mientras agitan una bandera estrellada y ajada. Son apenas 50 personas, y todas ellas superan los 70 años de edad: eso es la Cataluña de Junts, la minoría que pretende bloquear el progreso de España. Y luego está ERC, un partido con una historia entre oscura y negra, que en los años 30 confraternizó con el fascismo italiano, con un Dencás asesino de obreros sindicalistas. Y con el racista Heribert Barrera, líder en los 80, un Heribert que afirmaba que los negros tienen un coeficiente intelectual inferior a los blancos.

No se puede identificar a los catalanes con los partidos del nacionalismo catalán: la mayoría hemos votado otras opciones. La mayoría de los catalanes hemos votado opciones que no validan ese cuerpo prepolítico o preexistente de la Cataluña medieval que defienden los diputados de Junts y de ERC. La mayoría de los catalanes hemos votado por una España de progreso: de justicia social, de redistribución de la riqueza y de ciudadanía. No se puede pactar con Junts en nombre del respeto a la diversidad, ya que Junts solo pretende lo local y se opone a la igualdad y al bien común. Junts no tiene el menor sentido del bien común. Ni tan solo pretende lo mejor para la ciudadanía catalana, ya que considera extranjera a más de la mitad de la ciudadanía catalana. Los catalanes no hemos votado a Puigdemont y no le queremos ver negociando nada en nuestro nombre.

En este escenario es preferible ir a una repetición electoral para que actúe la democracia y se abran otras posibilidades. En las que, del mismo modo que el PP ha descubierto que no puede ir de la mano de VOX, el PSOE descubra que tampoco puede ir con Junts: no hay diferencias notables entre Puigdemont y Abascal. Ambos atentan contra la igualdad y, cada uno con sus métodos, pretenden terminar con la democracia en España.

La solución al bloqueo no parece muy difícil: le bastaría al PP con abandonar esa pueril compulsión de la "derogación del sanchismo" que tan malos resultados le ha dado. Al fin y al cabo: dentro de nada se impondrán las políticas europeas de recortes en el gasto público, que se prevén duras. Y más nos valdrá que los recortes europeos nos pillen con un pacto sin nacionalistas de ultraderecha por ninguna parte.

Comentarios

  1. Creo que es un análisis certero.
    Y sigo creyendo que en este momento el pacto entre los dos grandes partidos es vital. Sobran particularidades, y se nos presentan tiempos duros, no líquidos, como decía el filósofo. Tiempos de escasez, de confrontación y de grandes migraciones. Tiempos de cambios climáticos y tiempos donde solamente juntos podemos salir adelante.
    Me ha gustado la línea paralela de Junts y Vox, son, similares (nótese que no he dicho iguales), pero si son similares.
    Un abrazo
    Salut

    ResponderEliminar
  2. Jamás la derecha
    en Cataluña ha
    sido el pp, los
    cuales deberían
    dar más miedo .

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La carne roja de Ternera

A veces España se conjura para permanecer en el pasado. Para permanecer a finales del XIX o a principios del siglo XX, cuando se fraguaba la guerra civil, esa guerra tan larga y tan desastrosa. Hay algo enquistado en esa pobre España que se revuelve en la sangre y goza en ella. Parece que España solo cree en la sangre: por eso los toros, por eso la guerra. Parece que España solo existe cuando está enfrentada consigo misma, cuando es tierra de odio.  Ahora le ha tocado a Jordi Évole, periodista que empezó haciendo gracias en la Tv y se pasó al lado serio. A la reflexión. Évole produjo uno de los mejores documentales que he visto sobre el "procés" catalán, y lo hizo en "Salvados". El reportaje sobre el procés no le gustó a nadie, y eso indica que es bueno. Consiguió, entonces, momentos memorables como el momento de Urkullu o la discusión entre Artur Mas y Zapatero . Ahora todo el mundo, incluso yo, habla de un nuevo documental que no hemos visto: "No me llame Ter

LENGUA DE TRAPO

En el aula hay 22 personas. El alumnado procede de 6 nacionalidades distintas, ninguna de las cuales es la española. Niñas y niños de Marruecos, Ecuador, Paquistán, Senegal, Paraguay y Colombia. Nacionalidades distantes entre sí. Su único común denominador es la pobreza, ese factor universal que nos recuerda la condición del 80% de la población mundial. Eso es lo único homogéneo, el idioma común. La lengua materna es el árabe dariya y el amazigh (de bellísima escritura), el guaraní, el español latinoamericano, el urdu y el wolof. Muchas madres comprenden el español con dificultad, y alguna puede comprender un poco el catalán.  Los niños y las niñas se expresan en catalán -con algunas dificultades- en el aula, pero en cuanto ponen un pie fuera de ella usan esa lengua franca, el español. Eso es la realidad. La realidad es eso tan tozudo y que presenta un problema fundamental: que es real. A veces hay una maestra (voluntariosa o temerosa de perder el trabajo) que le suelta a una niña: -Al

Cuando el dedo señala a Boladeras, Ballart mira el dedo

El señor Ballart construyó un equipo de gobierno municipal con los criterios del populismo estricto y con las ideas del personalismo egoísta. Hay una cierta venganza de Hamlet provinciano en su regreso. Usó la teoría de los microgrupos en su campaña. Pura demagogia tecnológica. Para ello invitó a una actriz decadente, cuyos mayores papeles siempre fueron dulcemente secundarios. También invitó a una directora de escuela cuyos méritos siempre quedarán por demostrar. Que la actriz esté fuera de los focos importa poco. Que la directora de la escuelita recibiese una Creu de Sant Jordi de manos de Quim Torra (sin dudad alguna, el peor presidente de la Generalitat), también parece que le importase muy poco. O del revés: para uno que se cree algo, lo mejor es rodearse de dudosos. Los adláteres dudosos engrandecen al actor principal, lo encumbran y lo sostienen. Aún recuerdo cuando aquella directora de escuelita reunió a los alumnos y a los maestros en el patio de la escuela y les exhibió su Cr