Quizás tras tantos años en la educación primaria, tengo una deformación profesional: cuando veo a un adulto me lo imagino como era cuando era niño. He aprendido a distinguir aquellas cosas del carácter que no cambian jamás, ya que deben responder a la configuración psicológica más profunda del individuo. Es muy fácil equivocarse, ya lo se, es solo un pasatiempo: no se vayan a pensar que soy un trastornado o que no tengo nada más que hacer. Pero es divertido. Con los políticos funciona bastante bien, ya que uno puede rastrear en su biografía y sacar conclusiones. El otro día me fijé en el señor García Albiol, alcalde de Badalona. Tipo muy alto, con unas grandes manos que se mueven mucho hacia adelante, como si el hombre estuviera calibrando la posibilidad de darte un bofetón tremebundo. Habla despacio y se inclina hacia el interlocutor, acostumbrado a que sus interlocutores sean siempre más bajitos. Le gusta el verbo directo, algo bronco, no hace bromas ni chascarrillos. Me lo imagino a...
Se cuenta, en el Nuevo Testamento, que hace algo más de dos mil años un cometa guió a unos magos hacia el lugar en donde había nacido un crío. De los cuatro autores, solo Mateo lo refiere. Los magos le buscaban para adorarle, ya que el recién nacido respondía a una profecía o algo así. El relato de los Magos es otro de los muchos relatos oscuros de la Biblia y parece conectar con alguna religión ancestral. ¿Quiénes eran esos tipos raros que eran magos y luego reyes? ¿Eran tres? Lo de los Magos tiene toda la pinta de ser un relato mucho más antiguo, rescatado e insertado en la Biblia con criterios más esotéricos y estéticos que piadosos. Desde el punto de vista narrativo, un enigma: esos personajes llegan y luego se van, y jamás se sabe nada de ellos ni ningún otro cometa interviene en la vida del que fue anunciado por un cometa. Todo muy raro. En estas navidades de 2025, otro cometa se ha acercado a la Tierra, el famoso 3I/Atlas que tanto nos ha entretenido con sus locos teóricos del e...