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EL CHISTE UCRANIANO NO TIENE GRACIA

Más de una vez me ha sucedido: alguien me cuenta un chiste que no entiendo. A veces no lo entiendo porqué quién lo cuenta dispone de poca gracia, otras porqué no le pillo lo gracioso y otras porqué maldita la gracia. Algo así me sucede con el tema de la guerra de Ucrania, que no es un chiste malo pero se le parece. 

La guerra de Ucrania parecía aletargada tras unos meses con la prensa y los políticos muy enfrascados en lo de Gaza. Pero en cuanto lo de Gaza disminuye, se retoma la cosa ucraniana. En Gaza, el ejército de Israel sigue matando con la impunidad habitual pero, por algún motivo oscuro, ya no ocupa los titulares de las letras grandes ni abre los noticiosos. Por lo tanto, vuelve Ucrania.

El anuncio se lanza en víspera de la Navidad. La Navidad es este momento del año en el que afloran lágrimas, abrazos, solidaridad, buenos sentimientos, ilusión, regresos y todo el pack de las emociones más ñoñas. Me pregunto qué diría Jesucristo si lo supiera, o qué diría Saulo de Tarso, que era muy crudo para esas cosas. El asunto es este: cerca de la Navidad se nos anuncia a los ciudadanos (y a las ciudadanas) de la Vieja Europa que le vamos a regalar 90.000 millones de euros al señor Zelensky para que se los gaste en armamento. Dicen: es un préstamo, lo deberá devolver. Ahí está una de las partes del chiste. Zelensky devolverá el dinerito cuando el señor Putin pague los gastos del destrozo. Y nos lo dicen con toda la pachorra: no se preocupen, se lo devolveremos casi seguro, solo depende de Vladimir Putin. Si Putin paga, el dinero volverá a las arcas europeas.

¡Qué fácil es prestar dinero cuando el dinero es de los contribuyentes! ¡Qué fácil es soltar la idea de que el señor Putin es muy malo y Zelensky muy buena persona! ¿De veras nos sobra tanta pasta a la ciudadanía europea como para ir regalándosela a un país cuyos índices de corrupción son tan espeluzanantes como los de Ucrania? ¿No sería mejor preguntar -mediante referéndum, por ejemplo- si queremos regalarle tanto dinero a un gobierno mafioso y pútrido como el ucraniano?

No me voy a meter en camisa de once varas y no me las voy a dar de enterado en geoestrategia y conflictos, por supuesto. Pero hace algunos años vi una película titulada "Donbass" (2018), a cargo del director Sergei Loznitsa. Lo que allí se cuenta hace tambalear todo el relato que recibimos los sufridos europeos sobre lo que sucede en la autodenominada República Poular de Donetsk y, ya se lo anticipo, los ucranianos no salen muy bien parados. Un detalle cómico: Ucrania promovió esta peli a varios premios pero luego se retractó. Los tiempos cambian. Lo que se muestra allí es descarnado y brutal y es, sobretodo, el relato de una mentira sangrienta. Luego están las meteduras de pata de la OTAN y del señor Biden que provocaron en gran medida la reacción rusa. Pero como les dije no iré por este camino.

Me limitaré a decir que a mi se me ocurren muchas cosas en las que la ciudadanía europea va algo coja y que esos 90.000 millones de euros para gastar en tanques y cañones (90.000.000.000 € o 15.120.000.000.000 pesetas) nos podrían venir muy bien: el asunto de la vivienda, la sanidad, la educación, los servicios sociales, etc. ¿De veras teníamos 90.000 millones de euros de sobras y se los vamos a "prestar" a un país pútrido para que compre armas (¿a quién?)? ¿No nos habíamos enterado de nuestro superávit? Lo dicho: debe ser un chiste complicado, malo o incomprensible. Mira por donde, resulta que somos riquísimos y nosotros sin enterarnos. ¡Qué tonto fui haciendo números para llegar a fin de mes cuando resulta que la pasta se me sale por las orejas!

Van y le regalan una fortuna inmensa al señor Zelensky para que se compre muchas armas y luego se quejarán cuando en las próximas elecciones cualquier partido de la ultraderecha use este dato para su campaña y se lleve un montón de votos. A lo mejor el chiste era eso y los que se van a reír de veras serán los partidos de la ultraderecha del grupito de los Patriots (palabra que, curiosamente, también se usa para nombrar a un misil).

El préstamo a fondo perdido para el señor Zelensky se publica a pocos días de las Navidades, aunque habría sido más oportuno esperar un poco y contarlo el Día de los Santos Inocentes. De haberlo hecho el 28 de diciembre todos habríamos comprendido mejor la gracia e incluso nos habríamos reído. 

No es lo mismo reirse de alguien que reirse con alguien. Si los mandamases europeos hubieran dicho que les regalamos 90.000 millones de euros a Zelensky en el Día de los Santos Inocentes todos nos habríamos reído juntos. Pero, tal como lo han hecho, no lo puedo evitar: es evidente que se están riendo de nosotros, o que alguien está muy empeñado en que la ultraderecha pase una gran Navidad, frotándose las manos ante un futuro esplendoroso.

Comentarios

  1. La pregunta es si con ese préstamo, nuestras conciencias se quedan tranquilas.Son muchosl los muertos ucranianos,con razón o sin ella,que han parado la embestida rusa,de lo contrario hoy día seríamos súbditos de ellos.
    Los alemanes, en la segunda guerra mundial entraron por la Ucrania de entonces.Hoy día sería lo mismo,pero al contrario.
    Saludos

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  2. Futuro esplendoroso, ya lo dices al final ¡¡¡

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