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PROMESES DES DE WATERLOO

Hi hagué un dia a partir del qual prometre esdevingué una opció fàcil. Que no compromet a res. N'hi ha prou amb dir-ho: prometo que... Si un temps més tard la promesa no es manté, n'hi ha prou amb dir que les circumstàncies, o el vent o els astres ho van impedir. Prometre, per tant, ja no vol dir res, és una simple exposició d'intencions més o menys vagues, un desig vaporós. 

Diuen que, abans, n'hi havia prou amb una encaixada de mans per saber que el gest tenia valor de contracte, de promesa que es compliria. Això devia ser en temps del meu avi, jo ja no ho he acabat de veure mai clar. En temps de tuit, d'instagram i de whatsapp, l'encaixada de mans és impossible, potser és això. A no ser que hi hagi l'emoticona de dues mans que encaixen. Però... ¿vostè li donaria valor de promesa a una emoticona de dues mans de color groc préssec?

El món líquid liquida la pressumpció de credibilitat. El senyor que es fa dir President Carles va prometre retirar-se de la política en cas de no guanyar les eleccions. Les va perdre i, a continuació va oblidar la seva promesa. Arcadi Espada li va retreure falta de hombría. A continuació, va prometre diverses dates per al seu retorn des d'un suposat exili que recorda més aviat l'exili dels atracadors del tren de Glasgow. Les dates varien, oscil·len, son un pur càlcul tàctic, com de jugador d'escacs novell que fa veure que en sap. Els senyors Rull i Turull (algú els sintetitza en un divertit únic homenet, en Tururull), juguen a la confusió i alimenten les promeses i prometen fets que mai no es concreten, que mai no son, que s'esvaeixen en l'aire lleu de la matinada següent.

Hi ha qui sospita que no existeix ni tan sols el suposat President Carles, i hi ha qui té la certesa que el senyor Turull és un individu digital, una cosa així com un holograma. Sobretot perquè recorda molt l'agent Smith de Matrix un xic envellit. Hi ha qui creu que és impossible creure res. Les figures del partit (existeix el partit?) Junts es fan i es desfan com la sardana. Què se n'ha fet de les grans promeses del partit? On és l'Elsa Artadi? Perquè està tan silenciosa la gran Laura Borràs? On és el seu amic Francesc de Dalmases? On la senyoríssima Ana Navarro? No serà que tots ells son avatars creats en un sinistre despatx amb molts ordinadors portàtils i sense finestres, en la cambra llòbrega d'una pensió del barri roig d'Amsterdam?

Caldria creure's la promesa d'un individu virtual? Tal vegada hi ha molta gent disposada a creure. Al capdavall, milions de persones creuen en la tornada de Jesucrist malgrat els dos mil anys de silenci i absència. Es podria dir: tinc algunes promeses, però si no em convenen en tinc d'altres. I així anar fent. La política catalana s'ha convertit en una dansa de promeses volubles i passa el temps com la brisa de l'estiu, imperceptible de tan lleugera. El president ni torna ni plega ni tot el contrari. L'única certesa és que un tal senyor Rull presideix el Parlament tancat sine die, i que el seu sou és de 143.764 € bruts, 12.000 al mes.

Comentarios

  1. Decía Ortega que "El hombre se hace lo que quiere ser". Pero siendo interesante, lo es más lo que nos decía un médico de profesión, y apóstol, creador del tercer Evangelio, en sus referencias al comportamiento humano. En su Evangelio, el capítulo 16, el párrafo 10, Lucas nos dice de quién debes fiarte. "Quien es fiel en lo poco, lo es en lo mucho", asevera, y se me da de que este servidor público no cumplirá su promesa.
    Ya sabemos, pues, a quien no otorgar la papeleta, que es además dinero contante que sale de nuestros impuestos.
    La gente, no nos olvidemos, respeta la coherencia. Este señor no es merecedor de tal respeto.
    Salut

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  2. Todo hombre necesita una mujer,todo país necesita de un presidente
    Saludos

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