Lo contaban hoy en los medios. La candidatura Junts+Puigdemont se ha elaborado de una forma novedosa: a cada uno de los 20 primeros de la lista se les exigen 20.000 € y, a los siguientes, la mitad. A los afiliados al partido se les piden 3.000 para ayudar a la causa.
Ser candidato por 20.000 € es algo así como reconocer que la elecciones son una inversión que se amortizará en breve. También es una invitación a sacar la mayor tajada posible durante los 4 años de legislatura y, por consiguiente, una invitación al mal. Nadie ha dicho nada de eso, ya nadie se asusta. A medida que los políticos abandonan la política (y por extensión la democracia) todo se ve normal y aceptable. Si usted está en el paro pero dispone de 20.000 puede llamar a Carles. A lo mejor puede hacer una puja, y quizás por algo más de 20 alcance uno de los primeros puestos, todo se puede hablar.
El mismo Carles se entrevistó esta semana con la patronal en algún pueblo de Francia. Habló con Sánchez Llibre, antaño diputado de Unió Democràtica, el partido a la derecha de Pujol. Los negocios son los negocios y aquí nadie es tonto. La ideologías están en el cementerio, sálvese quien pueda. El mundo se vuelve violento y agresivo. Un puñado de países practican un genocidio ante los ojos del mundo y no hay apenas protesta. El negocio manda. Alguna empresa obtendrá la exclusiva para reconstruir Gaza, solo hay que pujar un poco más, como para ser candidato en la lista que encabeza Carles, cuya aportación al número uno no se subasta.
La democracia languidece suavemente. Las aves de rapiña sobrevuelan el cielo, acompañadas por drones explosivos. Sea usted candidato de una lista neoliberal y nacionalista por un puñado de euros. Ganará muchísimo más en poco tiempo, por fin una inversión rentable en el horizonte trémulo de la incertidumbre. Euros y naciones, el binomio ganador. ¿Cómo mueren las democracias? se preguntan algunas personas: se mueren así. Cobrando por formar parte de una lista de candidatos al Parlamento. Por fin regresamos al sueño feudal del Consell de cent y las Bases de Manresa, consejos formados por nobles, hidalgos, obispos, terratenientes y señoritos. La patria en su expresión más pura.
Hablar de pobreza, de hambre, de precariedad y de alquileres abusivos se irá por el desagüe a medida que suba la puja por un asiento de terciopelo rojo en el Parlament, que será más nacionalista que nunca. Viva la vida, carpe diem. Y a los demás que les jodan, o haber ahorrado 20.000 €. Así se muere la democracia en Cataluña.
No lo sabía, y lo más triste...de los del grupo del ex-honorable no me extraña nada, por algo es ex.
ResponderEliminarMe has dejado de piedra.
salut