Ir al contenido principal

educación, en minúscula


Nos dicen: hemos parado a la ultraderecha y somos mejores por eso. Nos dicen: Cataluña es de izquierdas. Incluso nos dicen: el nacionalismo catalán es transversal y progresista.

Pero ante los resultados del último informe PISA, que certifica el descalabro en datos de la educación catalana, el Secretario General de Transformación Educativa (sic) de la Generalitat de Cataluña atribuye el fiasco a la "complejidad catalana". Es decir, según sus palabras textuales, a la presencia de demasiados extranjeros en las aulas. Y a la pobreza, añade luego, como en un aparte, bajando una octava la voz.

He ahí el primer paso, casi sutil, la primera piedra del edificio. Se empieza por acusar a los extranjeros de nuestros males. Luego, se propone subrepticiamente la segregación. Lo que viene luego todo el mundo lo sabe. En el final del trayecto está la inevitable expulsión. Y si eso no funciona hay otras soluciones.

No hemos frenado a la ultraderecha. Mientras contemplamos el horizonte, más allá de las altas murallas de la nación maravillosa, y nos felicitamos porque las hordas ultraderechistas se han detenido lejos, no nos damos cuenta de que la ultraderecha ya está aquí. La ultraderecha eres tu, está sentada a tu lado, soy yo. Es el secretario que acusa a la inmigración, el planificador que segrega los barrios periféricos, la directora de escuela que se jacta de que en su centro no hay inmigrantes y por eso sus resultados son mucho mejores. El monstruo entró de noche, cruzó la puerta franca. El caballo de Troya está en la plaza mayor y está vacío, como el infierno está vaciado de demonios. El caballo de Troya se llama nacionalismo, esencialismo, nosaltres sols.

Nuestros niños son buenos estudiantes, pero por culpa de esas malas compañías forasteras han empeorado. Un fantasma corre por nuestras calles. En los textos de los ideólogos de Esquerra Republicana de Cataluña de finales del XIX y principios del XX se contaban las mismas cosas, palabra por palabra: la inmigración pone en peligro nuestra esencia, nuestra cultura, nuestra lengua. Cien años más tarde pone en peligro nuestra maravillosa educación, que fue el faro más brillante de Occidente. 

La ultraderecha no necesita ganar en las urnas: solo necesita conquistar los corazones y expresarse en nuestros discursos, y eso ya lo ha hecho. Un Secretario General habla poseído por esas ideas y a la vez se proclama de izquierdas y republicano. La culpa es de los de fuera. La humanidad lleva milenios pensando con ese esquema: mi hijo era ejemplar, pero vino la bruja de su mujer y lo estropeó. Nuestros chicos deben salir con las chicas del pueblo y no con forasteras.

Uno se pregunta a donde nos han llevado siglos de pensamiento, de conocimiento y de ingeniería. Somos, al fin, el antiguo cromañón que lamenta haberse emparentado con las neandertales y planea como deshacerse de ellos. No hemos resuelto el hambre ni la pobreza, pero se nos ocurre que son culpa de la extranjería. Ellos nos la trajeron.


Comentarios

  1. Quizá no, con tanta contundencia, pero he pensado algo similar. La culpa no es nuestra, es foránea.
    Lo he escuchado a no sé quién que representa, no sé qué. Y me he sonrojado.
    Si para eso tenemos estos adalides, que cobran como tales, mejor que se queden en casa.
    A lo único que nos invitan es al odio a los demás.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esas personas, con altos cargos y altísimos sueldos, tienen el nivel de un tertuliano en la barra del bar.

      Eliminar
  2. Se han emperrado
    en la derecha y
    ultraderecha es
    mala malísima,
    y ahora después
    de esto , que
    coartada les
    queda?, la
    única, la derecha
    y ultraderecha
    catalana, esa
    que sostiene
    a ese maniquí
    de Versace que
    es Sánchez .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido/a Orlando: se han agarrado a la ultraderecha catalana, pero Sánchez es el presidente del gobierno nos guste o no nos guste. No es un maniquí de Versace. Es el presidente del gobierno español de modo legítimo.

      Eliminar
  3. Andalucia la 19 ,no está mal, se entiende el por qué del éxito de los colegios privados con o sin subvención, con ideario religioso o sin .Huida de la estatal, una pena, una realidad.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

LA CUESTIÓN CATALANA EN 2024

Los estudiantes de la Universidad de Columbia montan un campamento, una huelga y una protesta contra el apoyo de su gobierno a la guerra de Israel. Creen que otro mundo es posible, a saber: un mundo mejor, más justo, más pacífico, más equitativo, más solidario. Ignoran que no están protestando contra un sistema ajeno y lejano. Deberían saber que de entre ellos mismos saldrán personas seducidas por el egoísmo y la codicia, y que eso es lo que perpetua el estado de las cosas o lo que solemos llamar "el sistema". Si el sistema fuesen unos viejos chochos oligarcas sería todo muy sencillo: morirán pronto y enseguida nos libraremos del mal. Pero el sistema somos nosotros, está entre nosotros, se manifiesta entre nosotros. Algunos de esos estudiantes desearán un buen coche, una casa con piscinita y mojitos al atardecer, bellos cuerpos bronceados de dentadura blanca y pelo sedoso. Poco les importará, si lo consiguen, cuantos murieron en otras partes del mundo para proporcionarles sus

Eric Xun Li, visto lo visto

Eric X. Li es un tipo interesante al que hay que escuchar. Es probable que muchos vean en él al demonio de los negocios chinos, ese raro espécimen chino que es el capitalista comunista. O el comunista capitalista. En una conferencia de hace diez años que pueden ver con facilidad , perfectamente subtitulada, Li expone el modelo chino de política y economía y lo cuenta des de los valores culturales chinos que a nosotros nos pueden parecer incomprensibles. Quizás haya datos de bienestar sobredimensionados, y quizás rehúye la pregunta sobre protestas que se dan allí, como en todas las partes del mundo. Pero hay algo que me ha impresionado, y es el durísimo ascenso de los líderes en la jerarquía del Partido. Eric Li habla de una férrea meritocracia, de políticos de carrera que tardan 20 y 30 años en ascender hasta la cúpula. Incluso se permite algún chascarrillo sobre la corrupción: si la solución a la corrupción es el sistema democrático occidental, entonces ¿cómo es que hat tanta corrupci

UNA SOCIEDAD COBARDE

"La poesía tiene ahora el mismo valor tremendo de enfrentarse a las cosas a las que no se enfrenta una sociedad que tiene una característica que no me gusta, y es que estamos construyendo una sociedad de cobardes. Sociedades de esas en las que hoy no digo lo que tengo que decir, ni a quien se lo tengo que decir, ni dónde lo tengo que decir. Y lo que era pequeño se convierte en grande. Y mañana ocurre igual y el mes que viene ocurre igual y todos lo vamos haciendo y al final nos vamos encontrando bolas de nieve inmensas de cosas que ya no tocan, que deberíamos de tener resultas y que no las tenemos resueltas porque todos estamos demasiado callados." El párrafo anterior lo escribió Carmen Calvo, y es la transcripción de una conferencia que dio a propósito de la memoria democrática, una ley debida a ella en mayor medida. Carmen Calvo cuenta algo crucial sobre nuestro tiempo o por lo menos así lo siento, quizás por la proximidad generacional que me une a ella. Es posible que cada