Voté al Psoe en las elecciones. Sabiendo que iba a pactar con Sumar, del mismo modo que el votante del Pp sabía que pactarían con Vox. Esos pactos estaban más o menos explícitos y uno solo debía pensar si los aceptaba. Dicho de otro modo: a un votante del Psoe no le molesta que se pacte con una formación de izquierda, y a uno del Pp no le molesta que se pacte con la ultraderecha. Lo que resulta difícil de aceptar es que el Psoe pacte con un partido de la derecha ultraliberal, identitarista y segregador.
Pero ahora Salvador Illa nos ha pedido a los catalanes que aceptemos el pacto con Junts y con Erc, y que abandonemos el resentimiento. ¡El resentimiento! En la era de la educación emocional, un político apela a nuestras emociones, a las malas emociones en concreto. Y nos pide que las abandonemos en nombre de un bien superior. El problema es que, más allá de las emociones, hay otros elementos en juego, que son más graves. Salvador ha caído en la trampa emocional y pretende arrastrarnos a ella. En efecto: estoy perplejo ante esa deriva de la izquierda hacia lo emocional.
El problema no es el resentimiento: Junts es un partido de la derecha liberal, con tintes supremacistas. Junts es el enésimo nombre de los discípulos de Pujol, a su vez herederos de la élite económica que ha gobernado Cataluña durante siglos, y que ahora exige nuevos privilegios. El votante del Psoe no votó a Junts. Incluso se puede decir más: votamos contra Junts porqué votamos por la igualdad, la justicia social y el estado del bienestar. Votamos a favor de lo que Junts lleva 40 años socavando.
El pacto se agrava con las exigencias de Junts, un partido que negocia a golpe de ocurrencia, de caprichos y de chantaje. En su disputa con Erc para presentarse como el más nacionalista, ambos partidos han iniciado una escalada de peticiones irrenunciables. Que significa innegociables. ¿Qué negociación es esa?
Pero si quieren hablar de emociones en vez de hablar de los conceptos políticos que están en juego, podemos hablar de ellas. ¿Cómo me sentiré cuando tenga que ver al señor Puigdemont regresar tan ufano y sonriente, inmune e impune? ¿Cómo me voy a sentir cuando escuche los discursos xenófobos del señor Junqueras, habilitado de nuevo para los cargos del poder? ¿Qué cara se me quedará cuando vea a todos los fantoches que nos insultaron y nos amenazaron instalados de nuevo en sus sillones? ¿Qué emociones deberé gestionar entonces? ¿Cómo me sentiré cuando vuelvan a dedicar el Parlamento a sus proclamas grotescas?
No es correcto apelar a la emoción cuando se trata de derechos, a no ser que proclamen el derecho a emocionarse como un derecho fundamental. Pero, ya puestos, me pregunto por las emociones de los demás votantes socialistas, los que hemos sufrido la década independentista siendo maltratados a conciencia, tratados de malos catalanes, silenciados bajo amenazas de todo tipo, ignorados por completo, submergidos a la fuerza en ese concepto prepolítico del "pueblo catalán".
Es muy feo apelar al resentimiento, una emoción que suena muy mal. El "resentido" se nos aparece como un ser deplorable, rabioso, mezquino. Es muy fácil hablar de las emociones y es un truco barato.
No soy un resentido, señor Illa: soy un ciudadano de Cataluña que cree en la ciudadanía y no en el "poble català", que cree en una ciudadanía de iguales y que aspira a que un partido de la izquierda trabaje por la eliminación de los privilegios de unos cuantos, por superar los mitos feudales y en favor de la razón democrática. Solo le pido a un político socialista que se comporte como un político socialista. Y que gestione las emociones en su casa, no en la mía.
Apreciado LLuis:
ResponderEliminarCuando he dicho que soy de la vieja escuela socialista, se me ha puesto a parir. Me han defenestrado y me han llamado butifler y protofascista.
Mil veces Felipe y otras tantas, Guerra. Y pocas, por no decir ninguna, Zapatero.
Aquí sólo vale el socialismo si da deferencia al independentismo, sino es tildado de fascistoide.
Hay quien se atreve a decir que el mejor político socialista de todos los tiempos es Sánchez. Los hay valientes y desmemoriados. A Felipe, la misma UGT de Redondo, le hizo una huelga general, y entró en razones. A este nadie le canta las cuarenta, porque los echa sin contemplaciones. Marchó Chacón, marchó Micaela Navarro, se fue Ximo Puig; Pizarro y Tomás Gomez...todos de la ejecutiva. Page y Bono ya le han dicho lo que le tenían que decir, y Guerra y Felipe...
Illa nunca ha sido buen filósofo, tampoco dejará huella como buen político.
Cuando dices: "Solo le pido a un político socialista que se comporte como un político socialista", es lo mismo que les pido yo, para este viaje no hacían falta tantas alforjas, conque se hubiese quedado Iceta al son de las maracas de Sánchez ya me hubiera sido suficiente.
Salut
Todo el socialismo europeo está virando hacia posturas tibias, pero el pacto con el nacionalismo ultramontano del socialismo español es especial. Supongo que más pronto que tarde habrá un cambio de rumbo y alguien caerá en la cuenta de que no se puede pactar con la derecha reaccionaria catalana, porque significa meter dentro de casa al enemigo. ¿Pactarán los derechos laborales y de la vivienda con un partido de la derecha liberal más dura?
EliminarY te diré más, en esto que inserto, y que es de hoy:
ResponderEliminarhttps://www.elperiodico.com/es/economia/20231029/perdon-deuda-autonomica-asoma-negociacion-93893123
van incluidos todos los gastos y despilfarros del ayer, gastos que pagaremos todos, sin que nadie pase cuentas a los del clan mafioso. Aquí todo se olvida por cuatro años más de un oportunista venido a presidente de gobierno, que ahora ya no es socialista, es progresista, al igual que lo fue Perón en aquella Argentina que devino en decadencia, que acabó con el justicialismo para denominarse peronismo.
Este acaba con el PSOE. Es igual al título de unas de las novelas de Gabo: Crónica de una muerte anunciada.
Estos dos partidos están chantajeando en vez de negociar, y eso no se puede consentir. Lo de la deuda es una infamia, pero no será la última. Al tiempo.
EliminarPara mi lo prioritario es la economía,que salga un gobierno.Feijoo no lo ha conseguido.Sanchez me guste o no( es superfluo),tiene la responsabilidad y mimbres para formar un gobierno,debe intentarlo.Si no,lo antes posible nuevas elecciones.
ResponderEliminarSaludos.
Cuanto menos, interesante. Otro "renegado" protofacistoide" que por lo que parece es infiel a los postulados progresistas.
ResponderEliminarhttps://www.elconfidencial.com/espana/2023-10-30/odon-elorza-amnistia-puigdemont-psoe_3763931/