La literatura europea en general, y la española en particular, están trufadas de sacerdotes, curas y párrocos de escasa moralidad y muy devotos de los placeres mundanos. Tripudos tragones y dipsómanos, seductores y sicalípticos, avaros, codiciosos. En este sentido, no hay nada nuevo. A mi me gusta en especial una novela portuguesa, El crimen del Padre Amaro, del genial Eça de Queiroz. Pero hay muchas más.
Cuando era niño conocí a un párroco de pueblo, de una pequeña parroquia pirenaica, que vivía en estrecha comunión con su mayordoma, una viuda huraña y asalvajada, un saco de huesos cubierto por una maleza hirsuta de pelo negro. Al párroco rural le gustaban las mujeres. O más o menos. Ignoro si el hombre, sanguíneo y de talante rijoso, también gustaba de otras carnes. Vamos a suponer que el concubinato le tenía satisfecho, o más o menos.
Lo más bueno es que todo el mundo sabe, todos han oído algo, saben de una cuñada que conoce a alguien, el asunto es del dominio público. Las manos largas y los dedos finos de los curas. En el país en el que la iglesia católica tuvo el monopolio de la educación durante siglos. Yo supe de uno, una vez, pero no hice nada porque era muy joven y no sabía nada, y porqué recuerdo que me pareció algo impensable: ¿un cura magreando a niños en la sacristía? ¡Imposible!. Pero luego supe que sí. Lo supe años más tarde, y cuando pregunté por el asunto me dijeron que al cura perverso le habían mandado a una parroquia de la costa. A Sitges, en concreto. Magnífica elección.
El Defensor del Pueblo presenta las conclusiones de un informe sobre la pederastia en la iglesia católica y son muchas las voces que no opinan, que solo han escuchado el murmullo del viento tras los cristales. Esquerra Republicana de Cataluña, partido muy dado a meter el dedo en las llagas de España, guarda un curioso silencio que alguien sabrá interpretar. También hay voces que acusan al Defensor del Pueblo por haber exagerado la cifra de las víctimas, lo cual es cínico con ganas. Detalle al margen: el Defensor del Pueblo fue hermano de la congregación de los Corazonistas de San Sebastián. Miedo me da la iglesia vasca.
Si uno de esos curas cerdos (recuerdo cuando les llamábamos socerdotes, allá en los ochenta) creyese en Dios, no habría tocado a niños ingenuos y crédulos, aunque solo fuese por el temor al castigo divino. No hay mejor demostración de la inexistencia del ser divino que la vida de esos curas. ¿Con qué barroco argumento católico se puede justificar la existencia de esos seres en el plan divino? Y no me vengan con la concurrida ocurrencia del libre albedrío de un dios que, por mucho menos, calcinó Sodoma de un plumazo con el argumento de la inmoralidad de sus habitantes. O Yahvé inventó la doble moral o bien está muy gagá.
Esos mismos curas depravados son los que largan contra el aborto, el matrimonio igualitario, el divorcio, la eutanasia, la educación laica y la pérdida de los valores cristianos en Occidente. Con la autoridad moral del vulgar delincuente sexual.
Completamente de acuerdo.
ResponderEliminarSalut
Salut.
EliminarCon el argumento, de que son hombres con un rabo entre las piernas, con todas sus debilidades, que mejor que se hubiesen dedicado a otra cosa, que no a la labor sacerdotal, que exige mucho y debes dar ejemplo de honestidad .También se dan en la enseñanza civil, en deportes con niños, familiares. Todos los que tratan con menores, por eso hay que vigilar.
ResponderEliminarSaludos
Es cierto que la pederastia es un fenómeno complejo y que se da en otros ámbitos. Los equipos de fútbol infantiles son un lugar proclive, y en menor medida la escuela pública, en donde apenas se dan casos. Arcadi Espada publicó un libro intenso y polémico sobre el asunto: "Raval. Del amor a los niños" que se debe leer.
EliminarMateo 19,14:
ResponderEliminar"14 Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».
Así completo queda mejor, porque Jesús, nos decía de la inocencia de los niños, que nadie debe perturbar.
Muchas frases de Jesús resultan interpretables, cuando no muy ambiguas. La parábola del hijo pródigo es de interpretación difícil y sorprendente. Yo todavía no la entiendo. En general, el cristianismo te puede dejar bastante perplejo con su visión del mundo al revés (los últimos serán los primeros) y su negación de la vida, muchas veces es un libro nihilista. Este reino de los cielos formado por niños es otra imagen extraña.
EliminarY tanto que dejaron que los niños vinieran a ellos. La fe en la carne precipita en la execrable práctica del abuso contra inocenteas. Los literatos bíblicos y del nuevo testamento, que fueron unos cuantos, eran artistas del lenguaje ambiguo. Pero el abuso sexual y el abuso de las conciencias que han controlado los de la casta cristiana no tienen nombre. Pero todo se justifica. Simplemente porque es cuestión de Poder. Es el ansia de poder el que domina. Sin poder la palabrería religiosa habría pasado como tantas otras, de largo. Y esto que digo es válido para cualquiera de las creencias del famoso Libro.
ResponderEliminarTambién creo que la historia del cristianismo solo es voluntad de poder, desde el momento en que el Imperio Romano lo asume como religión propia. En el caso español, la imbricación de la iglesia con el estado es apabullante. Todavía hoy se critica a las (escasas) autoridades públicas que no asisten a los oficios religiosos de fiestas mayores y etc. En Cataluña, no se entendería el nacionalismo sin la iglesia.
EliminarTodavía hoy se critica a las (escasas) autoridades públicas que no asisten a los oficios religiosos de fiestas mayores y etc. ..."
ResponderEliminarUna buena observación que no había tenido en cuenta.
Un abrazote
Cada uno es libre de hacer lo que quiera,pero recuerdo a mi paisano Anguita cuando entró en la alcaldía, que mucho de sus compañeros comunistas esperaban una oposición a la iglesia en el caso de las procesiones de Semana Santa,fue todo lo contrario,ayudo en todo lo que pudo para que resaltaran,aunque nunca dejó de manifestar que era ateo.Servicio a la comunidad y sentido común, fuera de egos.Los restauradores y comerciantes se lo agradecieron.
ResponderEliminarSaludos