Hay un señor que asesora a multimillonarios y luego cuenta sus cosillas. Quizás sea feo divulgar intimidades, pero la verdad es que debe ser difícil callarse. Estamos hablando de personas como Elon Musk o Mark Zuckerberg. Este tipo de personas andan obsesionadas con el apocalipsis y se compran terrenos en lugares remotos en donde se hacen construir búnkeres de lujo. De mucho lujo.
Viven temiendo que las masas se rebelen y llegue un período de destrucción, de sangre y fuego, de muchísimos muertos. El fin de la civilización a manos de los pobres, esa es su peor pesadilla. Temen que eso suceda pronto y ya tienen los terrenos, los búnkeres están en marcha. El miedo es su forma de vida, con muchísimos millones de dólares y toneladas de terror.
Por lo visto, tanto Musk como Zuckerberg han perdido el sentido: Mark se peina como Julio César y Elon solo piensa en su inmortalidad, en vivir para siempre. Su paraíso en el más allá es un búnker bajo tierra, su esperanza la eternidad que les proporcionarán los medicamentos y los quirófanos. Sus ángeles, un equipo de médicos y enfermeras prolongando una larguísima decadencia. No hay ningún atisbo de nada humano en esas personas que viven aterradas: egocentrismo, narcisismo. A su lado, la filantropía de Bill Gates es casi un milagro. Bill pertenece a otra generación, a una anterior, y nació en una época en la que quizás resonaban algunos valores humanos. Quizás valores heredados de un cristianismo tardío, un eco del humanismo.
Los más ricos de ahora mismo se construyen búnkeres porque se sienten en peligro. ¿Hay un pensamiento de culpabilidad en un rincón de su cerebro? Posiblemente solo hay desprecio por el populacho, la embriaguez que proporciona una riqueza desmedida, incalculable. Piensan que son el último emperador de Roma y otean, desde lo alto la muralla, el avance de los bárbaros. Los bárbaros son los pobres del mundo, a quienes imaginan capaces de cualquier barbaridad. Esos hombres han acumulado riqueza para vivir diez vidas y quieren vivirlas todas, y temen a los que no podrán vivir ni tan solo una.
Esos hombres prefieren vivir en un búnker que estar en el mundo como seres humano. En un mundo de sombra, como vampiros enajenados.
Dijo Margaret Mead, cuando le preguntaron qué era para ella el principio de la civilización: "una vez encontramos el esqueleto de un hombre paleolítico que se había roto el fémur, pero le entablillaron y le curaron la fractura. Vivió muchos años más. En el mundo animal eso no sucede: el animal herido muere sin remedio. La civilización empezó el día en que los otros ayudaron al prójimo". Si eso define lo humano, díganme ustedes qué humanidad puede albergar el hombre que teme el asalto de los pobres y se construye una fortaleza subterránea.
Creo, y a riesgo de equivocarme, como casi siempre, que lo que temen los multimegamillonarios es el hacerse viejos, y en consecuencia la muerte.
ResponderEliminarLas gentes normales, las que van puteadas y para la tercera semana ya es fin de mes, lo que miran es el calendario, y a ver si hay suerte y el treinta cae pronto. Estos no. Estos ven pasar el tiempo tres veces más rápido que cualquier mortal.
El tiempo es relativo, y es cierto, no es el mismo tiempo el que discurre para la víctima que para el verdugo, y para ellos, el tiempo, es el verdugo a batir.
Siempre le he dicho a Mayte que hay un único y verdadero partido comunista, La Parca.
Salut
Los miedo humanos siguen siendo los mismos de siempre: la soledad, la enfermedad y la muerte. No ha cambiado nada en siglos.
EliminarLos dos que indicas no han acumulado riqueza, es más sencillo, han tenido buenas ideas y las han llevado a cabo .Su riqueza se expresa, multiplicando el número de acciones por su valor en bolsa cada día ,así que es fácil sólo hay que mirar las cotizaciones. Si sus ideas fracasan, la quiebra y la perdida de puestos de trabajo, a nadie le interesa, pero puede ocurrir.
ResponderEliminarSaludos.
Discrepo en algo. Han tenido ideas comerciales que se han impuesto. Y han acumulado una riqueza sin sentido. Es evidente que sus beneficios futuros dependen de la bolsa y esas cosas, pero el dinero que acumulan es suyo y es real.
EliminarDetrás de esas ideas comerciales,hay toda una industria(fábricas, maquinaria,I.A,nuevas tecnologías...).Puestos de trabajo,que de ninguna manera la iniciativa pública sería capaz de realizar,ni es lo suyo.
EliminarSaludos.