Ir al contenido principal

LA CUESTIÓN CATALANA EN 2024


Los estudiantes de la Universidad de Columbia montan un campamento, una huelga y una protesta contra el apoyo de su gobierno a la guerra de Israel. Creen que otro mundo es posible, a saber: un mundo mejor, más justo, más pacífico, más equitativo, más solidario. Ignoran que no están protestando contra un sistema ajeno y lejano. Deberían saber que de entre ellos mismos saldrán personas seducidas por el egoísmo y la codicia, y que eso es lo que perpetua el estado de las cosas o lo que solemos llamar "el sistema". Si el sistema fuesen unos viejos chochos oligarcas sería todo muy sencillo: morirán pronto y enseguida nos libraremos del mal.

Pero el sistema somos nosotros, está entre nosotros, se manifiesta entre nosotros. Algunos de esos estudiantes desearán un buen coche, una casa con piscinita y mojitos al atardecer, bellos cuerpos bronceados de dentadura blanca y pelo sedoso. Poco les importará, si lo consiguen, cuantos murieron en otras partes del mundo para proporcionarles sus caprichos y sus mojitos en la piscina.

Recuerdo cuando la CUP, esa cosa nacionalista y trotskista a la vez (¿se puede ser ambas cosas sin pestañear?) prometía un mundo mejor tras la independencia de Cataluña. Esos jóvenes airados de Matadepera y de Sant Cugat, todos con chalés y cochazo de papá, airadamente revolucionarios, vigorosamente rompedores con el sistema -de papá y de mamá. Esos no harán ninguna revolución: solo el simulacro, la parodia, la función parroquial. Cuando uno tiene algo que perder no se arriesga a romper la baraja. Y, a su vez, quién está demasiado jodido no tiene energías ni carisma para la revolución. Bastante tiene con llegar vivo a mañana.

Hoy, de camino a casa, me he fijado en los carteles de la propaganda electoral catalana. La verdad es que, chascarrillos aparte, la imagen de Puigdemont en un coche tiene su gracia. Con el cinturón de seguridad bien puesto: no vaya a ser que el hombrecito de Waterloo se pegue un castañazo y salga despedido. Que no le pare la Guardia Civil por no llevar el cinturón. La posibilidad de que salga trasquilado es la más deseada entre los cuadros de su propio partido, y eso debería saberlo. La foto del señor Puigdemont mira hacia la derecha, lo que significa que vuelve, según los códigos publicitarios. Sin embargo, nadie cree que vuelva. Luego está el eslógan muy curioso de ERC: "Al costat de Catalunya". Al lado de Cataluña está Aragón, diría yo. ¿Será que ERC es un partido de Aragón que se solidariza con Cataluña o solo quiere expresar su vecindad? Ese "al lado" me sorprende por su torpeza, por esa altivez se situarse aparte de la ciudadanía: no somos como vosotros pero os comprendemos, somos magnánimos. A tu lado, pero un poco más arriba.

También me choca la palidez en la foto de Illa, cuyo eslógan habla de "fuerza". La fuerza en la palidez, como la antigua canción de Procol Harum "A Whiter Shade of Pale". Sorprenden los brazos cruzados de Sílvia Orriols, la cerrazón, la mirada gélida de las esencias patrias. Sardana y barretina, Pompeu Fabra. Uno empieza por querer expulsar a los extranjeros y luego sigue por expulsar a los que no piensan igual, y luego a los que no tengan bastantes apellidos puros. El deseo de la pureza en el siglo XXI es algo digno de compasión.  La historia se repite con exactitud aunque también con comedia. Y luego con esperpento. Santiago Abascal anda mosqueado con su falta de previsión: no había imaginado que pudieran surgirle, a su derecha, una pléyade de partidillos y de líderes de la cosa patria.

Soslayo otros eslóganes, por aburridos y tediosos. La cuestión catalana ya es algo así tan nímio como el tinnitus, ese zumbido en el oído que resulta molesto pero no es grave. 



Comentarios

  1. Pienso que no hay que tomarse a la tremenda la cosa política(en tu escrito no lo haces),porque al final lo más seguro es que se vuelva a los pactos ,de quién con quién, para gobernar. A ver qué parejita o trio se forma y a seguir. La vida sigue, afortunadamente.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es imposible tomarse en serio las cosas de la política catalana. Todo da algo entre la pena y la risa-

      Eliminar
  2. Pero no te olvides, que una mosca cojonera emitiendo zumbidos puede ser soportable, cundo hablamos de muchas moscas, como es el caso, ya no es un zumbido, es simplemente ruido, y eso ya no es tan agradable.
    Salut

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

MENORES EN CAMISA DE ONCE VARAS

¡Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000! Casi tanto como tocar el tema de los menores inmigrados sin caer en pozos ponzoñosos. Casi tanto como plantear que el movimiento queer es la mayor agresión contra el feminismo, diga lo que diga la señora Irene Montero. Nos ha tocado vivir en un mundo complejo en el que hay que medir las palabras si no se quiere caer en la ofensa, el delito de odio o lo que antes llamaban herejía. Cabe preguntarse si la Santa Inquisición no se ha reencarnado. Incluso en ambientes más o menos de izquierdas se dice, pero bajito, que quizás esos menores no lo son tanto, que traen problemas de convivencia, que cada uno se lleva 3000 euros mensuales de los fondos públicos. Se dice, pero muy bajito y previa mirada temerosa alrededor, no vaya a ser que me oiga quien no debe. Educadores de centros de menores susurran que trabajar en estos centros es muy complicado, que abundan las agresiones verbales e incluso las otras. Y concluyen: la inversión debería ser mucho

PAMBTOMÀQUET WESTERN

Puigdemont amenaça amb un retorn al Ranxo, i Llach amb mobilitzar l'ANC. Volen crear intriga. O temor. En Vicent Partal es frega les mans, i preveu un duel magnífic a l'Open Range: sembla que tothom sospira per un western clàssic. La ciutadania, perplexa, es veu traslladada a un escenari d'espagueti western a la catalana: Pambtomàquet Western. Sota el sol tòrrid del juliol, tot plegat molt apropiat. Es podria rodar en algun erm àrid i polsegós del Segrià, amb un flabiol melancònic de fons. Hi ha qui no es creu el retorn del Vivales, puix diu que la seva història ens presenta un covard. Hi ha un western tardà molt bo sobre la covardia: "L'assassinat de Jesse James pel covard Robert Ford", potser la millor interpretació de Brad Pitt. I sobre l'amenaça de Llach hi ha qui diu que la pitjor amenaça que pot proferir és el seu retorn als escenaris, això sí que ens fa por de veres. Pambtomàquet western amb aquell to dels italians, entre la comèdia bufa, la caricat

DEAR MISTER VANCE

El candidat a vicepresident dels EUA al costat del senyor Trump és un home molt jove, o com a mínim molt jove per a la política nordamericana, ja m'entenen. D.J. Vance s'assembla a un home jove de qualsevol lloc del món occidental, un que podria seure al teu costat al transport públic, o a la taula del costat de la terrassa d'un bar del barri. S'explica d'ell que no va tenir una infantesa de nen ric, que ha viscut circumstàncies complexes, que s'ha guanyat el que té amb l'esforç. La cultura de l'esforç té molta predicació en el món educatiu actual, molt dominat per propostes juganeres. S'aprèn jugant? Segurament que el joc té un paper important en l'aprenentatge, un element que ens iguala a la resta dels mamífers. Però també deu fer falta entendre que alguna cosa ens diferencia de la resta dels animalons peluts. S'aprèn jugant: però no és el mateix jugar a l'escola i arribar a una casa d'un barri elegant on el pare és advocat i la mar