Ir al contenido principal

LO QUE PERDIMOS EN EL FUEGO DE WATERLOO

Al desdichado Puigdemont le ha caído una sentencia desfavorable del tribunal europeo y las calles no se han incenciado. Es más: el mismo día de la sentencia hubo pirotecnia de fiesta mayor en mi pueblo y todos parecían muy contentos. No se renovó ninguna bandera estrellada, no hubo gritos ni pintadas. Un silencio de clamorosa indiferencia ha recibido el destino judicial del señor Puigdemont.

Hace tan solo 6 añitos de 2017 y no quedan ni las cenizas de aquéllos fuegos. Se evaporó el fuego. En aquéllos fuegos se quemaron a sí mismos sus sacerdotes y sus fieles, sus beatas y sus santas. Un extraño ritual muy catalán, con ese toque primitivo y celta que a veces surge por esos valles.

Todo lo que rodea al fulgor independentista de 2010 a 2020 es pasto del estudio de la psicopatología social, pero no he visto todavía a ningún doctor en la materia que se haya puesto manos a la obra. Quizás sea demasiado reciente (la historia exige un tiempo, una distancia). Es cierto que hay libros sobre el asunto, pero proceden del campo del periodismo o del humor. Falta algo. Ya llegará.

Al fin: la sociedad catalana olvidó. Y quizás no habrá ni tan solo estudios de psicopatología, se correrá un tupido velo sobre la década perdida y los catalanes volvieron a sus cosas, sus tiendas, sus cargos, sus dineritos. Aquí paz y después gloria. Incluso los estudiosos prefieren el velo, pudoroso y discreto.

Ya conocen la anécdota (quizás falsa pero buena o buenísima) de los dos catalanes que, el 26 de enero de 1939, tras contemplar la entrada de Franco en Barcelona, uno le pregunta al otro:

-I demà... ¿què hem de fer? (Y mañana... qué debemos hacer?

-Doncs vès... Anar a treballar. (Pues vaya... Ir a trabajar.)

Los catalanes de 2023 se presentan (masivamente) a oposiciones para funcionario del estado, liquidan sus deudas con la Hacienda española, planifican sus vacaciones en Andalucía, Soria o Santander. Siguen en Movistar o en Vodafone y no se inscriben en Parlem ni se afilian a la cosa rara del Consell per la República, entidad muy fantasma a la que ya solo le falta vender llaveros en las ferias para arañar un euro. Parece que votarán poco a los partidos indepes el día 23, se renuevan sus pasaportes españoles con orden y educación. El independentismo vuelve a las cifras de siempre: es residual y emocional, expresión de un romanticismo crepuscular. El resultado final de la alcaldía de Barcelona le dio la puntilla. El tribunal europeo, la estocada. Una realidad expresada en términos taurinos, para celebrar los sanfermines.

Puigdemont parecía un morlaco con peluca y resultó ser vaquilla. Con peluca también. Gonzalo Boye (sin peluca) hace mutis por el foro y se desentiende de su cliente de la Rue de l'Avocat.

Fin de la escena. Silencio. El público se levanta y se larga.



Comentarios

  1. Si quedan cenizas, si. Queda una población dividida. Cada uno tiene sus cartas y ya nos conocemos.
    Yo he ganado en silencios, como mucha gente, y he perdido muchas relaciones.
    Salut

    ResponderEliminar
  2. Con qué sentido del humor, de la ironía y de la precisión real está escrito este texto. Para ese viaje ¿hacía falta tales alforjas?

    ResponderEliminar
  3. Academia Cuatro Caminos
    Excelente reflexión histórica y social. Para quienes buscan estabilidad y futuro tras años complejos, nuestras clases presenciales en Madrid preparan para oposiciones a prisiones con éxito garantizado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SEGAR ARRAN D'ALIANÇA CATALANA

(Fotografia extreta de Crónica Global ) Déu els cria i ells s'uneixen. Massa elements agermanen les germanes d'Arran i la Monja Alférez de Ripoll. Que es trobessin era inevitable, i s'han trobat al carrer de Villarroel de Barcelona, on Aliança Catalana va llogar un local per a la seu capitalina i Arran hi ha anat, displicent, a fer-hi unes pintades. Les alegres xicotes d'Arran han embadurnat una mica els vidres del local de la Matamoros de Ripoll i hi han estampat tres símbols programàtics: independentisme, feminisme, comunisme. No discutiré el feminisme de les alegres xicotes d'Arran, tot i que cal dir que el feminisme és una opció abraçada per un ventall molt ampli de les ideologies presents a la Unió Europea i no exclusiva de l'esquerra. Amb el feminisme passa el mateix que amb la sostenibilitat i el canvi climàtic: que qualsevol que tingui dos dits de front hi està d'acord. Tant és així que la senyora Von der Leyen, que és del Partit Popular Europeu, es ...

LASCIVIA DE LA LENGUA

Lo vi por primera vez una tarde a eso de las cinco y pico, poco después de la salida del colegio. El hombre estaba sentado en un banco, muy cerca de donde juegan los niños en el parque infantil que hay a cien metros de la escuela. Se sienta y observa, muy serio. No viste la gabardina beige previsible ni usa unas grandes gafas de sol. Ni tan solo se cubre la cara con un sombrero a lo Humphrey Bogart, ni lleva barba postiza. Algo, en él, le autoriza a ir a cara descubierta, desacomplejado, tan seguro de su razón y de sus motivos como todos quienes saben que su misión es trascendente y es virtuosa. El hombre, contra todo lo previsible, se viste como usted o como yo, más bien desenfadado y casual: pantalones tejanos, sudadera de los Boston Celtics comprada en el Springfield, zapatillas deportivas del Zara, gafas de montura traslúcida más bien amarillenta. Si uno se fija atentamente en él, diría que hay algo rancio en su porte, como algo viejuno aunque el tipo no debe tener más de 45. Ha de...

La Rosalia, en Salvador i l'Escolania de Montserrat

Les campanyes publicitàries de la Rosalia estan a l'altura d'una estrella global de la música i la seva obra té unes dimensions mai vistes a la tribu catalana, que s'esvera amb facilitat quan li toquen un bemol. I més encara quan és un bemol sostingut. Una catalana d'un poblet amb nom de sant ha remogut les ànimes més estrictament catalanes, que s'agiten en el seu fèretre romàntic i estret quan senten els acords blasfems que sonen a "Lux". El nacionalisme és aquesta malaltia que aconsegueix fer desgraciats els catalans que la pateixen. El nostre mal no vol soroll, diuen, i ara el mal sona per tot el planeta. Sacrilegi! criden els malalts! Sacrilegi! Si heu seguit la darrera obra del geni musical nascut a Sant Esteve Sesrovires, haureu vist que en una de les peces hi ha participat el Cor de l'Escolania de Montserrat. Aquest fet no ha agradat gens a les ànimes patriòtiques (perennement enutjades i a les quals no sols agradar-los mai res), i ho han viscut...