Se me ha ocurrido reunir algunos de los libros que me compré para sobrellevar los terribles años de mierda del procesismo independentista catalán. Hay otros muchos, pero selecciono los más obvios, los más deliberados.
Luego hay lecturas que de un modo metafórico o elíptico me reconciliaron con el mundo: Bolaño, García Márquez, Carrère, Casavella, Magris, Vargas Llosa, Cirlot, Cercas, Mutis, Goytisolo, Martínez de Pisón, la relectura de Marsé y etcétera.
Esa etapa me dejó señales de por vida, del mismo modo que las deja cualquier vivencia dolorosa. No lo llevé bien, y el daño anímico no consta en la sentencia del procés ni en el código penal, pero los líderes políticos del procés son culpables de ese malvivir que no solo fue mío.
Durante esos años me compré varios libros que, de una forma u otra, me ayudaron a sobrellevar el miedo, el asco, la profunda decepción de ver a tantos conocidos, paisanos y vecinos apuntarse a la causa de lo irracional, del odio al diferente, al desprecio y al insulto. "Aquí no te queremos", me dijeron (era en broma, corrigió luego) en el lugar de trabajo del 2017.
En esta colección de libros, dispares entre sí, solo hay un nexo: la infamia que vivía a mi alrededor y que me empujó a comprar, a leer con las cortinas cerradas, con miedo en el cuerpo.
Ahora parece que mis vecinos van entrando en razón y toca perdonar, dicen, y apostar por la convivencia, por el retorno a la vida en común. Y eso haré, por supuesto, e intentaré olvidar (aunque no podré olvidar). Jamás volveré a vivir en la Cataluña de antes y para siempre sospecharé de la hostilidad latente, del odio agazapado.
Ahora tengo más motivos y más razones que antes para seguir trabajando en favor de la racionalidad, la democracia, los valores de la Ilustración, la igualdad. Sin embargo, lo haré con una duda dentro de mi, como un pequeño quiste, quizás un tumor.
Me reitero en tu último párrafo. Ni tú, ni nadie, volveremos a vivir en la Cataluña de antes. Cuando se abre una brecha tan grande y se hiere de la manera que se ha hecho, es imposible hacerlo.
ResponderEliminarEs lo único que han conseguido, quebrar Cataluña en dos.
Salut